La mujer de Pep Guardiola, Cristina Serra, y las dos hijas de la pareja estuvieron presentes en el concierto de Ariana Grande en Manchester en la noche de ayer y fueron testigos del atentado que dejó al menos 22 muertos y 59 heridos.

Los familiares del entrenador del Manchester City salieron ilesas del ataque, pero vivieron momentos traumáticos en el Manchester Arena después del espectáculo. 

El propio Pep Guardiola pasó un mal rato hasta que no se supo que su mujer e hijas estaban a salvo. De todas formas, publicó un tweet en su cuenta oficial de Twitter en el que e dio el pésame a las familias de las víctimas: “En shock. No puedo creer lo que ha pasado esta noche. Mis más profundas condolencias a las familias y amigos de los afectados”.

El Manchester City, que tenía a parte de su plantilla en el lugar del atentado, se ha unido a la causa y puso a disposición de las autoridades las instalaciones del Etihad Stadium, que está siendo utilizado como centro de atención a los damnificados.