El mundo del fútbol tiene todas sus antenas apuntándole a un solo lugar: el Golfo Pérsico. Es que en la colorida ciudad de Manana, capital de Bahrein, se llevará a cabo el Congreso FIFA  Y, se sabe, desde que explotó el escándalo por la lluvia de detenciones y procesos abiertos por hechos de corrupción, estos cónclaves adquieren otra dimensión.  Lamentablemente.  Tanto que las decisiones tomadas generalmente pasan a segundo plano. En este Congreso, que empezará mañana, se aprobará el mundial de los 48 equipos, a realizarse en el 2026. Previamente, el Consejo definió cómo se repartirán los cupos entre las confederaciones continentales. Después sí se abrirá el Congreso  Anual de la FIFA, con el probable debate sobre la sede del Mundial 2026 y las continuas violaciones al código ético en medio de la escena. Ahí estará la delegación argentina de dirigentes, integrada por el presidente de la AFA, Claudio ¨Chiqui¨ Tapia, el vice primero, Daniel Angelici, el secretario general Víctor Blanco y Nicolás Russo. 

Otro escándalo que asomará será el del dirigente Richard Lai. El presidente de la Asociación de Fútbol de Guam (una pequeñísima isla del Pacífico) se declaró culpable recientemente en Estados Unidos de varios cargos de corrupción. Y fue ahí cuando el jeque kuwaití, Ahmad Al-Fahad Al-Sabah, renunció al Consejo de la FIFA al verse implicado en ese mismo caso. 

Un tema urticante es el nuevo reparto de las plazas. En la propuesta elaborada, Europa tendrá 16 cupos (por los 13 que cuenta ahora), mientras que África será el principal ganador del cambio: saltará de 5 a 9 plazas. La Conmebol, por su parte, subirá de 4,5 a 6,5; la Concacaf tendrá también 6 cuando hasta ahora recibía 3,5; Asia poseía 4,5 y ahora contará con 7,5; y Oceanía tendrá una plaza asegurada. Hasta ahí son 46 equipos. Para la clasificación de los dos equipos faltantes se propondrá un sistema revolucionario: se lograrán en un torneo previo que se jugará en la misma sede del Mundial y en el que no podrá haber selecciones europeas. Será la primera vez que haya una especie de  "play-off" antes del Mundial. 

El que se entusiasmó mucho con esto fue Reinhard Grindel, el presidente de la Federación de Futbol de Alemania, actual campeona del Mundo: "Este torneo podría sustituir a la Copa Confederaciones y serviría de ensayo para el Mundial. Pero aún hay que decidir en qué momento se puede disputar ese 'play-off'". 

El Mundial 2026, el primero con 48 equipos, no tiene aún una sede asignada. Y varios quieren que en este Congreso se designe el país organizador, situación que estaba prevista para el Congreso del 2018. Pero como las únicas candidaturas que se presentaron hasta el momento es la conuunta entre los 3 países de Norteamérica (Estados Unidos, Canadá y México), los dirigentes pretenden acelerar los tiempos y darle una señal positiva a la región que fue hasta el fondo con la investigación de los episodios de corrupción. 

Si el Congreso de la FIFA acepta esa propuesta, Estados Unidos, Canadá y México tendrán que probar únicamente que pueden cumplir con los requisitos técnicos para ser confirmados como anfitriones.