(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) La Jupiler Pro League es la liga belga y, por estas horas, está en boca de toda Europa. ¿El motivo? La policía y la Justicia de ese país investigan el presunto arreglo de partidos a través de apuestas en los Partidos de Primera, además de un fraude financiero y hasta blanqueo de capitales. Hay, según indica "Marca", hasta 57 registros domiciliarios que involucran, a estas horas, a entrenadores, dirigentes de clubes de Primera, importantes agentes de jugadores, árbitros, abogados y hasta periodistas. 

La operación afecta a otros seis países: Francia, Luxemburgo, Chipre, Montenegro, Serbia y Macedonia. De la megaoperación participaron un total de 184 policías belgas y 36 de otros países, según explicó la fiscalía que investiga la causa en un comunicado. La investigación arrancó a fines de 2017, basado en un informe de la Unidad de Fraudes deportivos de la policía de ese país, dónde se ponía la lupa en transacciones sospechosas en la primera división de fútbol belga.

Según investiga la Justicia, las transacciones investigadas habrían sido realizadas por agentes de jugadores, que habrían ocultado comisiones en el traspaso de jugadores y en el salario de futbolistas, entrenadores y otros pagos. "La fiscalía también cita una presunta "influencia" en los partidos de la temporada 2017-2018", indica "Marca".

Todo recrudeció cuando empezaron a conocerse los nombres involucrados, entre los que están algunos apellidos de peso en la liga de Bélgica. Como por ejemplo el DT croata del Brujas, Ivan Leko.

La Justicia Federal belga ha confirmado además que citará a declarar a Herman Van Holsbeeck, antiguo dirigente del Anderlecht, y de los árbitros Bart Vertenten y Sébastien Delferière, así como a Mogi Bayat, uno de los principales agentes de jugadores del fútbol nacional. 

Los registros domiciliarios mencionan a una decena de clubes belgas, entre los que están Anderlecht, Kortrijk, Genk, Ostende, Brujas y Standard Lieja.