(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) Bomba en Perú. El presidente de la Federación Peruana de Fútbol (FPF), Agustín Lozano, y el Directorio de la federación están bajo investigación por presunto lavado de activos. 

En mayo de 2019, la fiscalía que encabeza el Dr. Telmo Zavala Bayona decidió iniciar la Investigación Preliminar Secreta 37/2019, según indica el medio peruano ONCE. El paso de los meses y la escasa novedad hizo creer a la directiva de la FPF que la presunta reventa de entradas no sería problemas.

Dentro de los hechos, el pasado 27 de marzo, Conmebol emitió una resolución que le aplicaba apenas una multa pese a las abundantes pruebas existentes sobre la reventa de entradas.

En junio de este año, la fiscalía decidió levantar el secreto de la investigación y solicitó a la División de Lavado de Activos de la Policía Nacional que se proceda a investigar a Agustín Lozano, presidente de la FPF, su cuñado César Arnulfo Herrera Murillos, a Vicente Campos Rivera, Gerardo Tomás Neira y otros.

La información publicada dio lugar al Informe 224-07-2020-DIRNIC-PNP mediante el cual la policía dio cuenta a la fiscalía de que “producto del recaudo de la información obtenida de fuente abierta, se tomó conocimiento de que la Comisión de Ética de la Confederación Sudamericana de Fútbol sancionó con multas pecuniarias y medidas disciplinarias a los ciudadanos Agustín Lozano, Cirila Haydee Paitán Suarez, Lucio Alva Ochoa, Juan Francisco Quispe Cáceres, Genaro Humberto Miñán y Franklin Chuquizuta”.

El fiscal Telmo Zavala dispuso que dentro de la investigación secreta que se venía realizando contra Lozano sean incorporados todos los miembros del Directorio de la FPF por cuanto existen evidencias de que “altos directivos de la FPF y terceros habrían concertado para que a través de la reventa de entradas corporativas y de cortesía pudiesen canalizar ilegalmente cuantiosas sumas de dinero, promoviendo desde el interior de la FPF, el aumento en la emisión de entradas corporativas y de cortesía, para que estas pudiesen ser repartidas entre los revendedores”. Añade la fiscalía que “los involucrados habrían aumentado su patrimonio aprovechándose de la FPF”.

En base a estos y otros “indicios, valorados en su conjunto”, la fiscalía señala que la investigación se fundamenta en “claros indicios que harían presumir que los directores de la FPF habrían concertado con el presidente Agustín Lozano Saavedra para canalizar activos ilícitos procedentes del delito de Fraude en la administración de personas jurídicas, para posteriormente someterlos a un proceso de lavado de activos”.

Lozano y los miembros del directorio de la FPF están siendo sometidos a una grave investigación, derivada de un presunto lavado de activos. Esta habría sido producto de los ingresos que obtuvieron de manera ilegal por la reventa de entradas que obligó a que los aficionados peruanos pagasen precios absurdos, como una popular de 90 soles a 700 soles mientras Lozano y sus cómplices se enriquecían. Según refiere el citado medio, es "apenas el inicio" de una investigación que compromete al fútbol peruano desde los cimientos.