El árbitro Halil Umut Meler, invadió la tapa de todos los portales deportivos alrededor del planeta fútbol cuando fue noqueado en pleno campo de juego por Faruk Koca, presidente del Ankaragücü tras el final de un partido correspondiente a la Superliga turca. 

Umut Meler, sufrió heridas y una fractura menor, abandonó el hospital dos dias después con un ojo hinchado.  

Ahora, en la primera entrevista que concede tras el terrible incidente, asegura a la prensa turca que "no, no le perdoné [a Koca], no le perdonaré".

"La persona que hizo esto me dio un puñetazo, me desplomé y caí al suelo. Pero las patadas mientras estaba en el suelo serán algo que nunca olvidaré para el el resto de mi vida", confiesa Meler al diario Hurriyet en alusión a los directivos del Ankaragücü que lo patearon.

"Por eso, en conciencia, nunca perdonaré. No perdonaré de ninguna manera, nunca perdonaré a quienes lo hicieron ni a quienes lo provocaron. Lo digo específicamente: no perdonaré a quienes lo provocaron ni a quienes lo hicieron", reitera Meler.

Luego el árbitro se extendió y dijo: "Se dice que el problema es la falta de educación. No, hay formación en arbitraje que no está disponible en las empresas corporativas. Por eso creo que hay que animar a los árbitros. Creo que también están cansados de algunas cosas. Siempre decimos presión, presión. No sólo yo, ellos también tienen una familia".

Cabe dedstacar que Faruk Koca está en prisión preventiva junto a otras dos personas y la Federación Turca de Fútbol lo inhabilitó de por vida de cualquier actividad relacionada con el fútbol. 

Además, el Ankaragücü ha sido multado y deberá jugar cinco partidos como local sin público.