(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) Antonio Mohamed terminó quebrado, mientras sus jugadores corrían y festejaban un nuevo título en el Estadio Azteca. ¿El motivo? El Turco le había realizado dos promesas a su hijo Farid. 

Para los que no conocen la historia, vale remarcar que Farid falleció en un accidente de tránsito durante el Mundial 2006, cita a la que había concurrido con su padre en rol de hincha para alentar al equipo de Néstor Pekerman. En un siniestro vial en una ruta alemana, el menor de 9 años perdió la vida. 

El DT vivió la tanda de penales estrujando el rosario que luce en cada partido, explotando cada cuenca del objeto que usa en memoria de su hijo. La emoción le ganó al DT porque Farid era hincha del equipo mexicano y él le había prometido que saldría campeón con Rayados. Además, en el día antes del partido, el Turco fue a visitar a la Virgen de Guadalupe, Patrona de México. 

"Mi hijo nació en México, era fiel a la mascota del equipo y todas las fotos que tengo de él son con la mascota saliendo con el Monterrey y con el osito de Bimbo. Tengo recuerdos muy grandes de lo que es Monterrey", había declarado el "Turco" antes de su primera etapa como DT del equipo. Farid nació en el 1997, un año antes de la llegada del Turco a Rayados, en aquel momento, como jugador.

En 1999, Farid, de sólo dos años, solía salir a la cancha acompañando a la mascota, siempre con la camiseta de Rayados puesta. En el año 2007, un año más tarde del accidente, había logrado el el ascenso con Huracán a Primera, una promesa que le había hecho a su hijo un año antes.

El "Turco" sumó su tercer título en México, ya que había conseguido la Liga MX con Tijuana en el Apertura 2012 y el Apertura 2014 con el América.