El Burdeos y el Angers, dos clubes de la Ligue 1 de Francia, descendieron de manera provisional a segunda división por “problemas financieros” tras una decisión de la DNCG, el órgano encargado de vigilar las finanzas de los clubes profesionales de ese país.

El fallo que envía provisionalmente al Burdeos a la Ligue 2 era esperado, debido a la falta de compromiso del accionista mayoritario, King Street. La situación es diferente para el Angers, igualmente descendido de manera provisional, pero que no está en proceso de compra como sí lo está la otra institución.

El club bordolés fue quien anunció la decisión y señaló que va a recurrir, esperando presentar nuevos datos, en una nueva audiencia el próximo 12 de julio. Lo que ocurre es que el empresario hispano-luxemburgués, Gerard Lopez, está cerrando el proceso de compra para tomar las riendas de la entidad.

Lopez puede presentar ahora su proyecto y este viernes tuvo la oportunidad de comparecer ante la DNCG para presentar sus planes. El Burdeos confía en la próxima audiencia para dar garantías sólidas y poder jugar en la Ligue 1 la próxima temporada.

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El Angers también anunció que presentará un recurso. El presidente del Angers, Saïd Chabane, afirmó al diario L'Équipe que "no hay preocupación". Según dijo, la DNCG esperaba un documento que el club no pudo transmitir antes de la hora límite: el de la firma del club inglés Wolverhampton para el traspaso definitivo del lateral Rayan Aït-Nouri.

Estas dos decisiones muestran el momento complicado que atraviesan las finanzas del fútbol francés. En el caso de Marsella y Nantes, la DNCG optó por medidas de control de su masa salarial. Esos clubes también tienen la posibilidad de levantar los castigos si aportan garantías suficientes en los próximos días. Lorient, Montpellier, Niza, Lens y Rennes también pasaron el examen de la DNCG, en su caso sin comentarios del órgano de control.