(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) En el empate de Cruzeiro 1 a 1 ante Boca, que acabó eliminando al equipo de Belo Horizonte de la Libertadores, Dedé fue una vez más protagonista del encuentro, aunque no precisamente por su buen rendimiento. Esta vez, en el segundo tiempo del juego en el Mineirão, el defensor se llevó la segunda tarjeta amarilla y terminó expulsado a 10 minutos del final (en la ida también había sido expulsado tras el choque con Andrada). Después del partido, Dedé cuestionó la actuación del uruguayo Andrés Cunha, árbitro del cotejo, y criticó hasta la Conmebol.

"Hemos visto lo que pasó en el campo, no es llanto ni nada, pero fue difícil jugar porque embarraron mucho el juego. Jugar la Libertadores es difícil porque tiene un lado político muy fuerte. En estos dos partidos, fue un juego complicado no sólo dentro del campo, sino también afuera", soltó.

Dedé recibió la primera tarjeta amarilla a los 5 de la segunda parte, tras un atropello a Rossi. La segunda tarjeta vino a los 35, en la falta a Pavón bastante cuestionado por los cruzeirenses. Otros fallos también dejaron al equipo brasileño insatisfecho. En el primer tiempo, Arrascaeta fue derribado en el área, pero Cunha anuló el penal. En la etapa final, Barcos llegó a balancear las redes, pero el arbitraje cobró la falta de Dedé.

"La pelota la llevaba Pavón y traté de bloquear, pero mi pierna derecha golpeó su rodilla, no creo que fuera para expulsión, era una jugada normal, pero desafortunadamente vemos que algunas cosas no pasan sólo dentro del campo, se mueven con el lado político. No sé por qué luchamos para revertir mi tarjeta, si en la revancha el juez me perjudicó todo el tiempo. Hubo luchas constantes dentro del área, normales, de forcejeos. Si el adversario me agarra, tengo que deshacerme de él. Fueron cuatro jugadas seguidas de peligro en el área en las que el árbitro cobró falta", concluyó.