La novela multimillonaria parece que empieza a definirse. De la etapa de histeriqueo parece que se pasa a la realidad del dinero constante y sonante. Según informa el diario catalán Sport, el PSG ya contactó formalmente a la dirigencia del Barcelona para negociar la operación más importante de la historia del fútbol.

Según el medio catalán, "el director general del PSG, Jean Claude Blanc, llamó a los ejecutivos blaugrana para pedir audiencia con el objetivo de definir, ni más ni menos, que el fichaje de Neymar Jr. El Barça, legitimado por los reincidentes portazos recibidos, optó por hacer gala de sus buenos modales y sí que escuchó al interlocutor de los petrodólares catarís, que ya avanzó que no quería regatear los 222 millones de euros de la cláusula de rescisión del brasileño".

Entonces, ¿qué querría negociar el PSG? Pues, ni más ni menos, que la naturaleza de la operación. Jean Claude Blanc pidió que la transacción fuese una venta, como, por ejemplo, ocurrió en su día con Figo y el Real Madrid en la presidencia de Joan Gaspart.

Según Sport, desde el punto de tributario, para el Barcelona poco importa si es Neymar quien realiza el pago al contado de la cláusula de rescisión o si se acuerda un traspaso al PSG. Con el último cambio de normativa que adoptó Hacienda, oyendo los pedidos de la Liga de Fútbol Profesional (LFP), el pago de las cláusulas de rescisión ya no recargan IRPF e IVA.

Del punto de vista de los Neymar Junior (y su agente, Neymar Senior) y del PSG, siempre según el diario Sport, la situación es diametralmente opuesta. Liquidando la cláusula de rescisión, la hacienda francesa entendería que los 222 millones de euros serían considerados un avance sobre salario, por lo que implicaría una tributación que podría rondar los 100 millones de euros. Sin contar la ficha de Ney, su venta superaría los 300 millones de euros.

Ambos clubes han abierto una línea de comunicación permanente. El Barça comunicó al PSG que estudiaría su propuesta. En ningún momento, los interlocutores blaugranas intentaron contener la embestida de los parisinos entendiendo que la salida de Ney era un hecho consumado y que el brasileño y el club de Qatar Sports Investments (QSI) iban con todo.