La aparición de un tenista de casi dos metros, con el pelo muy largo y una derecha potente como pocas sorprendió al mundo del tenis. Llegaba una joven promesa desde Tandil, la cuna de los grandes, a abrirse paso entre una generación de tenistas que habían marcado al país (La Legión). Ese pibe era nada más y nada menos que Juan Martín Del Potro, que comenzaba una carrera que tuvo una gran cantidad de momentos extraordinarios. Lamentablemente, tras ocho intervenciones quirúrgicas, la Torre de Tandil parece haber dicho basta. 

En 2009, ganó el Abierto de Estados Unidos en individuales y se convirtió así en el tercer tenista argentino en lograrlo después de Guillermo Vilas y Gabriela Sabatini. Fue, además, el cuarto argentino en ganar un Grand Slam en categoría individual luego de Vilas, Sabatini y Gastón Gaudio.

Ese mismo año, ganó el Premio Olimpia de oro al mejor deportista argentino del año.​ En 2010, obtuvo el Premio Konex Diploma al Mérito como uno de los cinco mejores tenistas de la década en Argentina, tras alcanzar el N°4 del ranking ATP. Una lesión en la muñeca le hizo perder gran parte de aquella temporada. 

En 2012, tras recuperarse de su lesión, se alzó con la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Londres al vencer nada más y nada menos que a Novak Djokovic. Se convirtió así en el primer argentino en obtener una medalla olímpica en tenis individual. En aquella cita olímpica, fue protagonista del partido al mejor de tres sets más largo de la Era Abierta —cuatro horas y veintiséis minutos— en la derrota ante Roger Federer por 6-3, 6-7(5), 17-19.

En enero de 2014, alcanzó nuevamente el puesto Nº4, pero otra vez una lesión en la muñeca le impediría competir por casi la totalidad de las temporadas de 2014 y 2015 y obligaría a someterse a tres intervenciones quirúrgicas más. Al final, quedó relegado al puesto 1045 del ranking ATP.

El 2016 será recordado sin duda como uno de los mejores años de su carrera. En los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, ganó la medalla de plata perdiendo la final con Andy Murray. También fue fundamental en la conquista de la Copa Davis 2016, en el equipo comandado por Daniel Orsanic.

El 18 de marzo de 2018, Del Potro venció a Roger Federer en la final de Indian Wells, alcanzando el primer título de Masters 1000 de su carrera.​ Una vez más, una lesión en la rodilla lo obligó a terminar la temporada antes de tiempo.

A mediados de 2019, la Torre de Tandil jugó su último partido. Antes de su regreso en el Argentina Open, claro está, el próximo martes. Fue con victoria ante el canadiense Denis Shapovalov, pero el argentino debió retirarse en silla de ruedas tras un fuerte golpe en la rodilla. 

Hubo luego tres operaciones más. Hoy, en medio de un momento complicado en lo personal (más allá de las lesiones, por deudas generadas por su difunto padre), el enorme Del Potro apela al milagro médico para continuar con una carrera extraordinaria que, pase lo que pase, jamás será olvidada.