Silvio Berlusconi tuvo el deseo de fichar a Maradona cuando se desempeñaba en Napoli, aunque no se pudo hacer dada su identificación con el equipo del sur de Italia.

"Hay un arrepentimiento muy profundo de no haber tenido a Maradona en el Milan y no solo porque fue el mejor jugador de su generación. Era una persona frágil, tal vez la disciplina y la atención a las personas que había en mi Milan le hubieran ayudado a evitar algunos errores", manifestó Berlusconi, en diálogo con La Gazzeta apenas dos meses atrás.

Luego, agregó: "Hablando con él, me di cuenta de una cosa: Maradona era Nápoles, era el símbolo y la bandera de la Nápoles más grande de la historia, al menos hasta hoy". "Las banderas no se compran ni se mueven. Hubiera sido como tomar el corazón de toda una ciudad y trasladarlo a Milan. Habría sido injusto, no se pudo hacer. El propio Diego, que tenía una gran sensibilidad, compartió esta evaluación", remarcó.

Berlusconi recordó el partido entre los dos equipos jugado en 1988, en el que el equipo 'Rossonero' se consagró campeón de la Serie A: "Aquel día le ganamos a un muy buen Nápoles, fue el día que mi Milan gana su primer Scudetto, el primer trofeo de una epopeya sin igual". "De ese partido no puedo olvidar a un increíble e inalcanzable Gullit, dos goleadores extraordinarios como Virdis y Van Basten, pero también un maravilloso gol de Maradona de tiro libre, uno de esos milagros futbolísticos que solo él podía hacer", repasó.

“Aquel partido me trae muchas emociones, recuerdos. Me conmueve todavía pensar al aplauso que el maravilloso público del San Paolo nos otorgó al fin del encuentro. Una prueba de deportividad extraordinaria, una de las razones por la cual Nápoles estará en mi corazón”, cerró.