Silvio Berlusconi falleció este lunes a los 86 años a causa de una leucemia en un hospital de Milan. Además de tener un nombre ligado a la política y a los negocios, tuvo un lugar preponderante en la historia del Milan, club que revolucionó el fútbol de la mano de su gestión.

El político italiano se convirtió en primer ministro en 1994 y lideró cuatro gobiernos, hasta 2011, convirtiéndose en el funcionario con más permanencia en dicho cargo. Además, fue empresario de la construcción y de los medios.

Berlusconi también incursionó en el fútbol, donde dejó una gran huella. En 1986 llegó al AC Milan: aterrizó en helicóptero el día de la presentación de su equipo, en una aparición tan preponderante como lo sería su historia en el club y en el fútbol italiano.

Su proyecto tuvo sus primeros frutos tres años después de su arribo a la institución: en 1989 consiguió el Scudetto y la Supercopa de Italia, además de la Copa de Campeones. Un año después, consiguió su segunda 'orejona'.

A partir de ese momento, el club 'rossonero' empezó a llenar sus vitrinas con cinco Champions League, cinco Supercopas de Europa, ocho 'Scudettos', un Mundial de Clubes, seis Supercopas de Italia y una Copa, entre otros trofeos.

Luego de tres etapas de éxitos, llegó el fin de la era dorada del Milan en 2007 con la quinta Champions. El declive fue en 2006, cuando se conoció que el club estuvo implicado en el "Caso Calciopoli", un escándalo de arreglo de partidos de parte de algunos equipos importantes de Italia y un grupo de árbitros.

El último 'Scudetto' logrado bajo el ala de Berlusconi fue en 2010, con Massimiliano Allegri como entrenador. En tanto, en 2017, el empresario dio un paso al costado del Milan con el club sumido en una crisis económica y de juego.

Al año siguiente, en 2018, Berlusconi se convirtió en el propietario del Monza, en una operación que se realizó por casi tres millones de euros. El equipo se encontraba en la Serie C y su objetivo era llegar rápidamente a la A.

El dueño del grupo financiero Fininvest imitó su modelo del Milan, también con los buenos resultados que obtuvo en su día. Un proyecto deportivo por la vía rápida, a base de talonario. Y 116 millones de euros después -repartidos en fichajes, ampliación de capital y nuevas infraestructuras para el equipo-, una cifra desorbitada para equipos de la tercera y segunda división, lo consiguió.

El último de sus discursos extravagantes y comentarios fuera de lugar fue a finales de 2022, cuando prometió a los jugadores un "autobús lleno de prostitutas" si ganaban a uno de los grandes de Italia en Serie A.

En el último tiempo, intentó convencer a Zlatan Ibrahimovic de sumarse al Monza, aunque no fue posible ya que el sueco anunció su retiro del fútbol profesional.