El tenista Novak Djokovic fue nuevamente arrestado hoy por las autoridades migratorias de Australia luego de que el gobierno de ese país le haya denegado la visa por segunda vez al considerar que atentaba contra "la salud" y el "orden público".

El ministro de Inmigración, Alex Hawke, decidió rechazar nuevamente el visado del serbio tras ingresar al país con una "exención médica" por haber contraído coronavirus en diciembre pasado. En una entrevista con el portal "The Age", el funcionario reconoció que Djokovic "no violó ninguna ley migratoria de Australia", pero que canceló su ingreso al país al considerar que su presencia significaba "una amenaza al orden civil y la salud pública".

El representante legal de Nole había propuesto que el deportista esté "en detención" en la oficina de los abogados hasta el sábado mientras preparan las presentaciones correspondientes. A su vez, reconoció que el domingo asistirá a la audiencia que se celebrará sobre el caso, en la previa del Australian Open, para determinar los pasos a seguir.

Sin embargo, las autoridades migratorias no estuvieron de acuerdo con esta medida y procedieron a detener al tenista. Ante esta situación, el tenista serbio estará demorado y quedará a merced de lo que defina el Tribunal Superior australiano luego de escuchar su segundo recurso de apelación.

¿Qué sucedió?

De conocida posición contraria a la vacuna, el serbio viajó a Melbourne la semana pasada para disputar el Aus Open tras conseguir una "exención médica" por haber contraído coronavirus en diciembre pasado. Sin embargo, al llegar el miércoles al Aeropuerto Internacional de Tullamarine, agentes migratorios de Australia le informaron sobre la revocación de la visa y la policía dispuso su traslado a un hotel que aloja inmigrantes ilegales.

Djokovic, de 34 años, acudió a Australia después de anunciar que había conseguido un permiso sanitario para jugar el Abierto en busca de su décimo título y de batir el récord de 20 Grand Slam que ahora comparte con el suizo Roger Federer y el español Rafael Nadal.

Djokovic recibió el lunes el aval judicial para disputar el Abierto de Australia, aunque el gobierno federal se reservó la facultad de deportarlo por orden directa del Ministerio de Inmigración.

El juez dispuso su liberación, la devolución del pasaporte y pertenencias personales y el pago por parte de la administración central de las costas legales del serbio, quien en base al fallo quedó habilitado a jugar el primer Grand Slam del año a partir del 17 de enero.

Sin embargo, el Gobierno le hizo saber al juez, a través de sus abogados, que se reserva la atribución de expulsar al tenista, una medida que podría tomar en las próximas horas el ministro de Inmigración, Alex Hawke, y que implicaría una prohibición de ingreso al país por los próximos tres años.