Matías de Cicco es psiquiatra, pero ejerce como DT hace varios años. Más allá de estar hoy como entrenador de Talleres (RdE), fue campeón con Ituzaingó a fines de 2021 y transitó un camino largo para asentarse en un banco de suplentes.

El actual DT del ‘Tallarín’ habló en exclusiva con Doble Amarilla sobre cómo trabaja en el día a día de un plantel profesional con su particular mirada. Se considera un detallista y aclara que más allá de la tranquilidad que dan los resultados, es un ferviente defensor del día a día.

Doble Amarilla: Tus padres llegaron de Calabria en un barco a Argentina como tantos otros y como a todos aquellos, probablemente les haya costado mucho al momento de llegar, algo que se refleja en vos y tu historia con el fútbol en cierto punto. ¿Lo ves así? ¿En qué pensás cuando ves el camino recorrido?

Matías de Cicco: Sí, tiene una correlación. Pero lo veo no sólo en mis comienzos como DT, sino que tiene que ver con una forma de ver la vida, una historia que atraviesa a una familia y a muchas otras al mismo tiempo, cerca del compromiso con el trabajo, la pasión y de tener mucha voluntad para conseguir aquellas cosas que uno se propone. El camino fue duro, en un ambiente hostil como el fútbol, pero siempre con el objetivo claro y seguro del trabajo.

DA: Más allá de estar hoy dentro del mundo del fútbol, intentaste como muchas personas llegar a ser jugador profesional y tuviste breves pasos por Chacarita y Argentinos Juniors. ¿Te frustró el hecho de no lograr el objetivo?

MdeC: Creo que lo que se frustró es el sueño de ser un jugador profesional, solo fui un jugador amateur y la historia entre el deporte y la formación académica me trajo hasta acá. No me di por vencido y quizás esa frustración se convirtió en combustible para lograrlo desde otro lugar.

Matías de Cicco, de la psiquiatría al fútbol: "Tener pasado como jugador pesa cada vez menos"

DA: ¿Cómo estás ahora en Talleres (RE) después de haber estado en tantos otros clubes de ascenso?

MdeC: En Talleres nos encontramos muy bien junto a todo el cuerpo técnico. Fuimos muy bien recibidos y pudimos conformar el equipo que creemos nos representa para aquello que buscamos. Es un club donde nos brindan todo lo necesario para poder realizar nuestro trabajo. Estamos donde queremos estar y muy felices de esta posibilidad. 

DA: ¿Qué significa Atlético Lugano en tu vida? Es el club que te dio la primera chance para dirigir en 2018

MdeC: Lugano va a estar siempre en el recuerdo del primer paso, la primera posibilidad y la primer experiencia, cosas que en la vida nunca se olvidan, con lo bueno y malo, siempre guardaré un recuerdo cercano.

DA: Cuenta la historia que mientras estudiabas psiquiatría, analizabas al detalle a los rivales del torneo de GEBA que jugabas, algo que no suele hacerse. ¿Te considerás un obsesivo?

MdeC: Las historias a través del tiempo se agigantan (se ríe). Mas que un obsesivo, me considero un observador, algo detallista y tratando de ver todo lo posible del campo. Quizás esa es la forma en la que vivía el fútbol en GEBA cuando lo jugaba, era de quedarme a ver algún partido de los rivales, saber quiénes eran los jugadores relevantes, qué fortalezas tenían los equipos… Pasaba mucho tiempo en el club y me gustaba, pero eso se daba mucho antes de estudiar psiquiatría, ya que eran tiempos de adolescentes y de amigos del club, siempre guardo un gran recuerdo de esa etapa.

DA: En el fútbol argentino, el que no fue jugador o no tiene pasado en un vestuario, es visto como "bicho raro". ¿Cómo luchás contra eso?

MdeC: Creo que no tener pasado como futbolista profesional pesa cada vez menos, por suerte. Todavía es resistido, pero también creo que es más para el afuera que para adentro. En el grupo de trabajo, como en cualquier otro, se demuestran las condiciones con formación, argumentos, compromiso y convicción. Ese idioma se recibe, se percibe y se respeta, con lo cual creo que tan importante es el conocimiento del juego como la gestión de grupo. En esa combinación se da nuestra tarea como cuerpo técnico y con la experiencia de los años de trabajo vamos aportando y aprendiendo más, para seguir mejorando y lograr llegar a lo mas alto.

DA: ¿Sos de los que cree en el trabajo del día a día al frente de un club y resiste con esa premisa? ¿O considerás que solo sirve ganar y tener a un plantel convencido?

MdeC: Creo fervientemente en el trabajo día a día, pero cuando conseguís resultados, ese trabajo es posible transitarlo en mejores condiciones. Pero es cierto que aún ganando nunca se llega a todo lo que uno quiere lograr. Por lo tanto, siempre hay que estar preparado para enfrentar la adversidad una y otra vez. Siempre se puede mejorar y las formas que nos identifican tienen que ver con levantarnos una y otra vez, porque nadie gana siempre.

Matías de Cicco, de la psiquiatría al fútbol: "Tener pasado como jugador pesa cada vez menos"

DA: Carlos Bianchi era un convencido que había que tener igual o más contento al futbolista suplente que al titular. ¿Coincidís con esa mirada?

MdeC: Primero decirte que para mí Bianchi es unos de los mejores de todos los tiempos. Coincido en que hay que ocuparse de todos los jugadores y estar atento a las posibilidades de todos, siempre dentro de lo posible, pero hacer el máximo esfuerzo. No tengo dudas que los objetivos se logran entre todos, a los que les toca jugar y los que no; todos aportan para lograrlo, el que juega le debe de alguna forma a su compañero no convocado estar ahí. Porque en esa competencia, el esfuerzo de ambos los mejora. Siempre hay que estar preparado para que la oportunidad cuando te llegue te agarre en tu mejor versión.

DA: ¿Te involucrás en el día a día del jugador? ¿O solo si la situación lo amerita? ¿Trabajás con psicólogo deportivo?

MdeC: Lo he dicho muchas veces, no dirijo con un diván en el vestuario. No obstante, creo que mi mirada, mi interpretación de las cosas, siempre están relacionadas a lo que uno trae consigo, por lo tanto eso me acompaña siempre, dentro y fuera del fútbol. Claro que esa posibilidad quizás permite, a diferencia de otras formaciones que pueda tener un técnico, una respuesta a algo que interpreto o que me consultan con otros argumentos, pero no creo que mucho más que eso ni menos. El cuerpo técnico y el club cuenta con la presencia de medico, kinesiólogo, psicólogo, nutricionista y masajista, así que hacemos un trabajo multidisciplinario para abarcar todos los aspectos que los jugadores necesitan.

DA: La Copa Argentina iguala casi siempre a los equipos, al ser eliminatorias de 90 minutos. ¿En qué se apoya un jugador de ascenso puro y duro para enfrentar a los grandes?

MdeC: La Copa Argentina creo que es un gran torneo para todos, porque genera muchas cosas, pero creo que esa instancia de poder competir con un equipo de Primera para cualquier club del Ascenso es motivador, ademas de que para los jugadores es una posibildad en todos los sentidos. Se disfruta mucho desde todos los sectores: jugadores, cuerpo técnico, dirigentes e hinchas. Es una competencia que todos los clubes del Ascenso asumen con muchísimo compromiso y seriedad. Además, permite también la posibilidad de observar de cerca trabajos y protagonistas de divisiones superiores. Es absolutamente enriquecedor.

DA: Si tuvieras que elegir, ¿la psiquiatría o ser DT?

MdeC: No, ya elegí. Y es a ambas, son parte de mi y así lo vivo.

DA: "El hincha es el alma", dijo Discépolo alguna vez. Como profesional, no como DT: ¿Qué representa hacer feliz a un grupo de personas por la pasión que le generan un grupo de futbolistas que le ganan a otro?

MdeC: Creo que quizás esa sea la magia del alma, porque es lo mas cercano a lo intangible. Ese momento que genera esa felicidad, que es propia pero es compartida, que es de uno pero es inmensa en todos los que la comparten, que es aquello que nos emociona. Por eso creo que sólo son los dueños de apropiarse de la felicidad que generan los jugadores los propios hinchas, ya que tienen esa posibilidad. Por eso siempre les digo al plantel que tengo enfrente que conseguir objetivos es la posibilidad de trascender, más allá del deporte que sea, y esa quizás sea uno de los objetivos más importantes y más difíciles de la vida de un ser humano, trascender en lo que uno elige hacer.