Colón de Santa Fe cayó esta tarde por 3-1 ante Vélez Sarsfield en el estadio José Amalfitani y deberá jugar un desempate cara a cara con Gimnasia y Esgrima La Plata para definir cuál de los dos descenderá a la Primera Nacional de cara a la temporada 2024.

Por su parte, el Fortín de Liniers logró el objetivo principal de mantener la categoría, aunque se haya quedado en la puerta de acceso a los cuartos de final de la Copa de la Liga.

Los goles del equipo del DT Sebastián Méndez fueron obra de Santiago Castro, Valentín Gómez y Claudio Aquino. El descuento 'sabalero' lo consiguió Javier Toledo.

Con poco margen para la especulación matemática, el juego se les presentó a los dos equipos con una lógica tensión mental que los hizo moverse en tres cuartos de cancha durante los primeros minutos.

Dentro de este contexto, Vélez mostró una mayor predisposición para adueñarse de la posesión y en uno de sus primeros intentos llegó al tranquilizador gol, tras un tremendo derechazo de Leonardo Jara que en su trayecto hacia el arco captó Castro con otro derechazo de aire para vencer la resistencia de Matías Ibáñez.

Colón tuvo que cambiar los planes con el resultado adverso, pero cuando su entrenador Israel Damonte preparaba cambios al por mayor, el equipo local aplicó un segundo golpe devastador.

Ocurrió a los 41m., tras un tiro de esquina a favor del elenco santafesino que, tras un mal lanzamiento, generó una contra letal con Aquino abriendo hacia la derecha para el pique electrizante de Braian Romero, quien llegó al fondo y asistió por abajo a Valentín Gómez que entró a toda velocidad y empujó el balón al fondo de la red.

Para el segundo tiempo, el conjunto visitante saltó al escenario con cuatro actores nuevos, pero esta movida apenas le sirvió para amagar una reacción que no se dio como tal, porque en materia de carácter y orgullo lo suyo fue muy pobre de punta a punta.

Además el local tenía reservado el infaltable gol de Aquino, cuarto consecutivo en su planilla personal, que sentenció de manera lapidaria el juego.

La única buena noticia para un Colón que jugó como para perder la categoría, más allá del descuento a cargo de Toledo, fue la derrota de Gimnasia en Banfield que le dio una esperanza, cuando ya no daba signos de vida.