San Lorenzo, con un jugador menos desde el inicio del segundo tiempo, le empató el clásico barrial a Huracán por 1-1 con un penal en la última jugada de un partido que tuvo de todo.

El paraguayo Adam Bareiro, uno de los goleadores de la Copa de la Liga, hizo, de penal, el angustioso gol del empate a los 52 minutos del segundo tiempo, cuando el local jugaba con uno menos desde los 6m. por la expulsión de Gastón Hernández.

Huracán se había puesto en ventaja mediante el tanto de Ignacio Pussetto, a los 15 minutos del segundo tiempo, en este partido correspondiente a la séptima fecha.

El propio ex delantero de Atlético de Rafaela también vio la tarjeta roja de parte del árbitro Pablo Echavarría, cuando ya había sido reemplazado por el DT Diego Martínez.

En un clásico emocionante, San Lorenzo consiguió un nuevo empate, el quinto en fila, pero con un sabor especial, por haber sido de manera agónica y ante el clásico rival que saboreaba una victoria necesaria e histórica.

El "Globo" se perjudicó solo, ya que se tiró muy atrás con el jugador de más y la posterior ventaja a favor. El equipo de Parque Patricios se llevó un empate que le puede llegar a servir en la lucha por la permanencia, pero que lamentará por cómo dejó escapar el triunfo.

El equipo 'quemero' sigue en la parte alta de la zona A con 13 puntos, mientras que San Lorenzo suma 9 en el grupo B.

El clásico porteño ya arrancó con polémica porque a los 4 minutos, Nahuel "Perrito" Barrios recibió rápido de un córner desde la izquierda y cuando tiró el centro la pelota pegó en la mano de Lucas Souto.  

El árbitro Echavarría, sin dudar, cobró penal, pero recibió la llamada de Lucas Novelli desde el VAR y, tras chequear la maniobra durante tres minutos, decidió dar marcha atrás con su primera decisión.

El desarrollo no dio tregua en los primeros minutos ya que Huracán respondió rápidamente, a los 11m., con un remate del uruguayo Matías Cóccaro que se estrelló en el travesaño.

Después de esos cimbronazos, el partido se acomodó como se preveía, con Huracán con una leve ventaja en la posesión y San Lorenzo a la espera de la salida rápida por izquierda con Barrios y Malcom Braida.

La más clara del "Ciclón", sin embargo, llegó con un pelotazo largo desde Rafael Pérez a la espalda de Fernando Tobio para el paraguayo Bareiro, que quedó mano a mano con Lucas Chaves, pero el arquero achicó bien al primer palo.

El resto del primer tiempo dejó poco para destacar salvo por los constantes duelos del "Zorro" Cóccaro con la defensa local y hasta con el capitán Augusto Batalla, quien le reclamó al delantero una simulación adentro del área y generó una discusión que le sacó varios minutos de juego al partido.

El técnico Insúa movió algunas fichas para la segunda parte con los ingresos de Carlos Sánchez e Iván Leguizamón por Barrios y Girotti, respectivamente.

A los 4 minutos, Leguizamón, parado por la derecha, fue el primero que avisó con un fuerte remate de zurda, desde afuera del área que sacó Chaves al córner.

En un buen momento del dueño de casa, Hernández bajó en el borde del área a Cóccaro, recibió la segunda amarilla y dejó con uno menos al equipo azulgrana.

Apenas unos minutos pasaron para que Huracán aproveche la ventaja numérica, ya que a los 15m., Pussetto encontró una pelota suelta en el borde del área y con la pierna izquierda la colocó sobre la derecha de Batalla.

Festejo y delirio para el delantero, de 27 años, que volvió al "Globo" para relanzar su carrera luego de un último año de sufrimiento y lesiones en Europa.

En cambio, bronca y desazón en San Lorenzo, que minutos antes justamente había reclamado la expulsión de Pussetto por una disputa aérea con Giay.

Aún con uno menos, San Lorenzo fue en busca del empate e intentó llevarse por delante a Huracán, que se tiró anticipadamente atrás y aprovechó cada roce para hacer tiempo.

A los 40 minutos, el elenco azulgrana tuvo el empate en los pies de Bareiro que anticipó con la punta del botín a la defensa de Huracán, pero la pelota se fue apenas desviada.

Los nueve minutos de adición que otorgó Echavarría fueron demasiado largos para la visita, que nunca supo aprovechar el jugador de más y terminó lamentando una falta inocente de Franco Alfonso.

Bareiro se hizo cargo del penal caliente y, con calidad, marcó el 1-1 que desató la euforia y el festejo de los miles de hinchas que colmaron el estadio para vibrar con una nueva edición del clásico barrial.

San Lorenzo, de manera heroica, festejó merecidamente el empate que quizás no le sirva para sus pretensiones, pero le permitió extender una larga racha de imbatibilidad ante su clásico rival en casa.