Marcos Rojo, uno de los refuerzos de Boca en el último mercado de pases, se entrenó a la par de sus compañeros. El ex Manchester United luce recuperado de una molestia física que sintió en febrero pasado, y que lo llevó a trabajar diferenciado durante cinco semanas.

El defensor venía con la recuperación de manera lenta, aunque ya la pasada semana se especuló con su posible debut ante Claypole por la Copa Argentina y finalmente no llegó al cien por cien desde lo físico.

En su puesto de segundo marcador central, está la vacante que dejó Carlos Izquierdoz, quien padeció una lesión contra Sarmiento de Junín. Ahora, el defensor podría pelear un lugar entre los concentrados para el clásico del domingo.

La idea del cuerpo técnico que encabeza Miguel Russo fue siempre no apurar al jugador, con la idea de que regresara en las mejores condiciones, teniendo en cuenta su larga inactividad.

El exfutbolista de Manchester United, de donde llegó con el pase en su poder, no juega un partido oficial desde hace un año, cuando llegó a préstamo a Estudiantes de La Plata y luego se frenó la actividad por la pandemia.

“Tengo algunos días que me va a venir bien para conocer a mis compañeros y ponerme bien en la puesta apunto. Me estaba entrenando por mi cuenta, pero no es lo mismo", admitió Rojo en su presentación oficial, el 2 de febrero pasado