Las promesas se cumplen. Es un precepto que todo futbolero tiene como mandato. Y máxime luego de lograr la consagración mundialista en la Copa del Mundo organizada en Qatar a fines del último año y que significó la tercera consagración de la Selección Argentina.

Cientos de miles de personas se movilizaron este sábado en la 49° Peregrinación Juvenil a Luján, que partió desde el santuario de San Cayetano, en el barrio porteño de Liniers, hasta llegar el domingo a la Basílica de Luján, en la provincia de Buenos Aires, en una caminata de más de 60 kilómetros que cuenta con un operativo especial de apoyo.

Alexis Yorio, de 27 años, de Villa Luzuriaga, es uno de los que cumplió con la palabra empeñada en la previa a obtener la tercera estrella: "Soy fanático de Messi hace muchos años y un poquito antes de la Copa América del 2021 ya me empecé a volver más loco y más fanático. Este Mundial lo viví con mucha energía", reveló el peregrino a la agencia Télam.

La idea de la promesa surgió antes del inicio del Mundial de Qatar: "Estaba con un amigo en un cumpleaños y le dije que si éramos campeones iba a hacerla. Pero no solo eso, dije de hacerla trotando, así que nos preparamos un montón con mis amigos Guido, Kevin y Andrés", aseguró Alexis, que trabaja como profesor de educación física.

Por la cantidad de asistentes, las autoridades restringieron la circulación de autos sobre la avenida Rivadavia y desde General Paz hacia la provincia de Buenos Aires, con un importante operativo de tránsito y policial.Al costado de la avenida, cientos de vendedores ambulantes buscaban ganarse el día y vendían productos especiales para la ocasión, como gasas, curitas, gafas de sol y hasta talco para los pies.

"Esta promesa fue medio una locura. Probablemente subestimé la chance de que se concretara pero bueno ahora hay que cumplirla", dijo a Télam Federico Kotlar, quien partió pasadas las 8 desde el santuario de San Cayetano, en el barrio porteño de Liniers.Junto a su amigo Gaspar Zimerman, Federico, un periodista de 49 años, vistió para la caminata la remera azul que la Selección Argentina usó contra Inglaterra en México 1986, con la que además vio todos los partidos de los mundiales siguientes a esa coronación.

"Siempre me apasionaron mucho los mundiales, los viví con alegría pero también con bastante nerviosismo y este en particular con más nerviosismo todavía por esa decepción con Arabia Saudita. Este Mundial fue como una pasión que me fue arrebatando cada vez más y terminó siendo una explosión", aseguró mientras se acomodaba las zapatillas que eligió especialmente para hacer el recorrido de 60 kilómetros.

Gaspar fue el encargado de comprar las provisiones para el largo camino y llenó las mochilas con frutos secos, bananas, sánguches, agua y protector solar. "Tenemos todo lo que necesitamos. Para la preparación traté de elongar lo más que pude esta semana y me compre una rodillera. También traje fécula de maíz para poner en las zapatillas", contó Gaspar.

Para asistir a los caminantes en un día frío, pero soleado, el Arzobispado de Buenos Aires preparó más de 60 puestos sanitarios con 6.000 servidores en esos puntos, mientras que la Cruz Roja Argentina dispuso de 11 puestos sanitarios a lo largo de la ruta provincial N° 7 y AySA montó un operativo especial de asistencia con agua potable para todos los fieles que participen de la procesión con 4 puestos de hidratación y 13 camiones. Fue una jornada de gran emoción…y promesas cumplidas.