Es sabido que la pandemia del coronavirus ha afectado a todas las industrias de nuestro país. Gran parte de la actividad económica se ve deteriorada pos las restricciones sanitarias y la crisis que se viene manifestando hace años. En consecuencia, el fútbol no escapa a ello. Entre el parate del 2020 y el de este año, claramente los más afectados son las juveniles de los clubes, donde se cosecha la materia prima que luego generará millones de dólares para sostener los niveles de infraestructura y desarrollo. En este informe, Doble Amarilla conversó con diversos especialistas de las canteras argentinas, para que expresen su mirada sobre cómo impactará este nuevo retroceso para la actividad futbolística.

Miguel Gomis, coordinador de inferiores de Racing comienza diciendo: "Es un perjuicio para los chicos. En los entrenamientos a través de zoom se puede trabajar la parte lo individual, lo psicológico y otro poco en la parte física, pero nunca es como el trato día a día con sus compañeros y el grupo. Además, no todos tienen mucho espacio en sus casas para poder trabajar tranquilos".

El año pasado se notó mucho este retroceso. Desde las dificultades para entrenar hasta el tiempo perdido hasta poder recuperar el ritmo de competencia. Competir es fundamental para que los juveniles desarrollen un crecimiento personal y humano. Además de mejorar sus cualidades, también compiten con otros equipos y generan interacción. Aparecen los roces, las disputas y hasta los gestos de compañerismo. No es lo mismo que hacerlo con sus compañeros de todos los días donde ya se conocen.

Lucas Rodríguez Pagano, coordinador de Lanús, se refiere a cómo puede afectar todo esto: "La pandemia fue algo que los perjudicó en el desarrollo, pero tocó así y nos tenemos que adaptar. La complicación es más que nada en las categorías grandes, donde el tiempo los apura y ya están próximos a hacer un contrato y definir su situación.

"Nosotros desde el club consideramos que es muy importante lo social, todos los clubes hacen un esfuerzo para contenerlos, darles de comer y ayudarlos en la parte psicológica y de nutrición. En Lanús comían más de 150 chicos al mediodía y eso ahora se cortó. Era algo que nos aseguraba que al menos tengan un desayuno y un almuerzo después de entrenar", remarca.

Por su parte, Favio Fernandez, coordinador en Aldosivi, agrega: "La falta de entrenamientos y de competencia afecta muchísimo para la carrera de los chicos. A eso se le suma la situación escolar, un factor muy importante para su crecimiento personal. Lo que incorpora en la escuela, después suele trasladarse al deporte. Es clave ese proceso para resolver un muchas cosas".

"Que esto se detenga provocará en el fútbol que la franja de crecimiento de estos chicos tenga un daño muy grande. Hay que buscar las medidas necesarias para evitar todos los problemas que puedan surgir con el virus y la afectación de esto creo que es grave. Obvio que la salud está por encima de todo y no podemos hacer la vista gorda, pero los chicos no deberían detenerse,  porque cada día que paran es uno que pierden en su crecimiento profesional", expresa y sugiere el formador.

El poco tiempo de trabajo

En Independiente, el experto en la materia es Fernando Berón, que coincide con sus pares sobre el parate: "Este parate lo van a pagar todos, pero sobre todos los chicos de cuarta, quinta y sexta, que están cerca de la definición. Muchos chicos cuando volvieron necesitaron mucho tiempo para reacondicionar el cuerpo, en los entrenamientos por zoom no todos se podían conectar. El no estar con sus compañeros en el día a día perjudica en la relación de grupo y no a todos les ha pegado igual".

A su vez, agrega a este medio que "muchos chicos tomaron la decisión de no seguir jugando". Explica que "en otros casos los padres definieron no vuelvan por todo esto que se vive". "La verdad que es un tema complicado para el fútbol juvenil y en la formación de un jugador, porque perder un año claramente trae sus consecuencias", declara.

Leonardo Aguilar, coordinador de Unión de Santa Fé analiza la situación y también cuenta porqué las categorías mas grandes son las más afectadas: "Los más afectados son las categorías más grandes sin dudas. Pero también está la parte de los más chiquitos, donde hacen un cambio abrupto de pasar de infantiles a inferiores menores. Ellos no tienen noción de lo que implica ese cambio en lo físico y en lo técnico, algo que pasa en todo el país".

"La verdad que lo profesionales que tenemos en Unión -desde personal médico hasta psicológico- nos ayudan mucho para que entiendan que no es un tema que se resuelve ya. La idea es sacar las presiones de cada uno. Creemos que tenemos las herramientas como para sostenerlos, pero es un año muy difícil y muy complejo para programar. Hay que tomarlo con paciencia y mucha seriedad", le manifiesta a Doble Amarilla.

Martín De León, coordinador de Patronato, cuenta que "mas allá de que se intentó por intermedio de las diferentes plataformas digitales compensar un poco los entrenamientos", es obvio que "de ninguna manera pudimos reemplazar exactamente lo que sucede en los entrenamientos normales".

Entre abandonos y debuts apresurados

Los coordinadores también hablan de un fenómeno que comenzó a darse con la pandemia y es el abandono de la actividad por necesidades familiares o simplemente por el parte mismo. Si bien no es un hecho que es conocido ahora, sí se empieza a notar un considerable aumento respecto de otros años.

"Otra de las cosas que sucedieron debido al parate y a la no competencia fue el abandono de la actividad por parte de algunos jugadores. Más allá de que no fueron muchos acá en Patronato, sí es una realidad que los chicos fueron encontrando otras cosas para hacer, ( sobre todo los que pudieron empezar a trabajar ) y el fútbol dejo de ser algo prioritario", cuenta De León.

Otro fenómeno que sucedió con este panorama, es el debut obligado en primera de muchísimos juveniles. Si bien en muchos casos existieron sorpresas, como el caso de los futbolistas de River o de varios de Primera, no es el resultado ideal para un proceso formativo consistente. Gomis asegura que "el tema de quemar etapas es bastante complejo. Por lo general los futbolistas suben a Primera para ir suplantando situaciones que se van dando; y más en esta situación que vivimos".

"Lo ideal seria que suban de forma normal, y no por necesidad. Pero hay que adaptarse a las situaciones y todos los chicos que están en el fútbol saben que tienen que estar preparados para que esto pase. Para mí todos están preparados, aunque desde ya a algunos puede haber que esperarlos un poco más y eso tiene que ver con el tiempo que se tenga", explica.

Rodriguez Pagano, por su parte, habla de la rápida maduración que están obligados a tener los más jóvenes: "Es cierto que se pueden quemar etapas, pero es lo que tocó. Creo que todos los clubes formadores se deben adaptar a este contexto. Quizás el quemar etapa les sirva para aprender muchas cosas. También es lindo que los chicos sepan que tienen muchas oportunidades y les puede tocar en cualquier momento, porque en otras etapas había muchas menos posibilidades.Siempre hay que ver le lado positivo".

De León le asegura a este portal que el debut prematuro "puede ocasionar frustraciones o decepciones" para las cuales "tanto los futbolistas como el staff técnico tenemos que estar preparados". "De todas maneras yo tengo la visión de que el joven futbolista se termina de formar compitiendo en Primera División, ,as allá de que obviamente tiene que estar preparado para el debut", destaca. 

"Lo mas lógico es que cometa errores. Los mismos después se van a ir puliendo a medida que cuente con más partidos. Independientemente de las etapas, lo más importante es la paciencia que le tengan tanto directivos como cuerpos técnicos de primera para sostener a los jóvenes en los planteles", dice el especialista.

Para terminar, Miguel Gomis, sostiene que "la categoría 2000 este año define su futuro" y que "estuvieron un año sin poder competir". Y en ese marco, sugiere a las autoridades: "Si la intención es cortar los entrenamientos, que no sea total o definitivo. Que nos permitan entrenar aunque sea dos días con cada división o cada grupo de división de forma salteada, así cortamos la circulación. Pero es importante que no pierdan tanto los chicos en la etapa formativa".