San Lorenzo no logró el gran objetivo, no pudo meterse en la Copa Libertadores. Pero su nivel, sobre todo en la segunda mitad en el Mané Garrincha, fue muy bueno. Y da para la ilusión. El elenco de Diego Dabove pasó del 0-2 con un hombre menos, al 2-2 y a un paso del 3-2, sino fuera por el gran arquero del Santos, João Paulo. En ese contexto, Franco Di Santo anotó el primer gol azulgrana y se dio el gran gusto personal: en el festejo dibujó la "A" que le faltaba y formó el nombre de su hija "Aitana".

El jugador que llegó de Brasil, con pasado en el Chelsea, apareció en San Lorenzo con Mariano Soso: en seis partidos no pudo marcar un gol. Con Dabove, la cuestión cambió sustancialmente con 7 tantos en 11 juegos. Con esa confianza, el punta parece haber encontrado su lugar en el mundo. Terminó el partido con hielo en ambas piernas, producto del esfuerzo realizado.

El técnico de San Lorenzo, al finalizar el partido, sacó pecho y se mostró conforme por lo realizado: "Nos vamos orgullosos por el esfuerzo de los muchachos, que fue muy grande", indicó en el final del partido.

"Sabíamos que teníamos que arriesgar y presionar alto, y nos salió muy bien. El trabajo de los delanteros fue fundamental. En algunas situaciones, obviamente, íbamos a tener un contragolpe del rival, pero es algo normal. En líneas generales estamos muy contentos", ensalzó el DT.

“Los dos tiempos fueron parecidos, dominamos, nos hicimos cargo del partido, sabiendo que teníamos que ir a buscarlo. En general, lo dominamos de punta a punta”, destacó Dabove, por lo realizado por el Ciclón en el campo de juego, aunque no le alcanzó para meterse en la Copa Libertadores. 

Por último, Dabove marcó sobre sus jugadores: "Jugaron un partido extraordinario contra un gran rival en una instancia muy compleja y se nota un crecimiento muy grande".