Shockeado, así pudo verse a Guillermo Barros Schelotto tras la derrota ante Gimnasia y eliminación de la Copa Argentina. En una semana, Boca perdió el Superclásico en la Bombonera de manera contundente y esta noche volvió a jugar mal y quedar afuera de otro torneo que ansiaba. Todo a una semana de la revancha por los cuartos de final de la Copa Libertadores ante Cruzeiro. 

Al terminar el partido, el pasillo del Mario Kempes era un vendaval de versiones alimentadas por el mismo técnico. Algunos periodistas partidarios se animaron a afirmar que el entrenador había presentado la renuncia. Las versiones tomaron fuerza luego que Guillermo y Gustavo decidiera quedarse media hora hablando en el banco de suplentes tras el fin del partido. La imagen, con el estadio vacío y a oscuras, le daba a la derrota un dramatismo cinematográfico. Mientras los jugadores, se cambiaban y cenaban algo en el vestuario sin la presencia del entrenador.

Salvo Izquierdoz y Cardona, ningún jugador habló. Pero las lapidarias palabras del defensor fueron lo suficientemente fuertes como para esperar una semana tensa en Boca. “Este partido no se gana con nombres, se gana con hombres”, lanzó aún sobre el campo de juego. Mutis, los jugadores desfilaron hacia el micro. Minutos más tarde, Guillermo Barros Schelotto se retiró solo. Más allá de los intentos periodístico, el Mellizo eligió el silencio con lo que le echó nafta a los rumores de dimisión que este medio no pudo confirmar.