(De la redacción de DOBLE AMARILLA) Instituto vive un clima democrático para elegir a sus futuros representantes que afrontarán los destinos del club. Doble Amarilla dialogó con todas las voces principales que se candidatean a la presidencia. En este caso hablamos con Roberto Castoldi, candidato a presidente por el oficialismo que busca que los socios renueven el proyecto político que llevaron adelante durante este mandato.

Doble Amarilla: ¿Por qué decidió ser candidato a presidente?

Roberto Castoldi: Fundamentalmente para continuar el trabajo realizado, y a su vez poder lograr lo que necesita el club que es la unión de todas las partes. Había gente que estaba un poco alejada del club que finalmente se la pudo incluir en la lista para poder seguir trabajando codo a codo.

DA: ¿Cuáles son las primeras medidas que tomará y a que se compromete a no hacer nunca como presidente?

RC: Creo que hay que seguir profundizando los cambios, sobre todo en la parte administrativa. El fútbol debe tener cambios, hay que hablar con gente idónea y actualizada que nos ayude a profesionalizar todos los sectores. Nosotros venimos apostando a eso, pero el día a día te va llevando a situaciones difíciles, entonces para poder seguir mejorando hay que tener tiempo y paciencia.

DA: ¿Qué es lo más importante en lo económico para que el club crezca?

RC: Buscamos que sea la suma de las cosas. Hemos dejado el mismo precio de la cuota social del torneo anterior, aun con la fuerte devaluación que hubo en Argentina. Apostamos a que los socios sean quienes formen parte del riñón del poder adquisitivo del club. Queremos que esté continuamente en el club y no se aleje por los malos resultados deportivos.

DA: ¿Se puede trabajar en un club sin déficit para lograr obras e infraestructura?

RC: Es muy complicado llevar a cabo las obras sin dinero extra. Creo que es necesario conseguirlo mediante una venta de jugadores o generando recursos mediante aliados estratégicos que nos ayuden a mejorar nuestro club. Aun así, si el club no vende cada 6 meses un jugador, y con tan solo 4.000 socios, es inviable desde lo económico.

DA: ¿Qué le reconoce y que critica a la gestión actual?

RC: Encontramos al club con un problema muy importante respecto a una deuda casi impagable. Hoy el club está con las cuentas casi al día, con una deuda significativa que se pagará de aquí a 10 años que nos permite tener crecimiento y autonomía. Nuestro déficit es en materia futbolística, quisimos apostar de poder ascender en el Centenario del club, pero no se nos dio. Hace falta trabajo, paciencia y tiempo para que podamos lograr el resultado esperado.

DA: ¿Instituto quiere ascender o el mito de que no le conviene es real?

RC: El mito es falso, Instituto necesita hacer lo posible para llegar a Primera con bases sólidas. Si es cierto que hay que trabajar mucho para conseguirlo. La falta del ascenso es un problema no solo de nuestra gestión, sino un déficit histórico del club. Al club le hace muy bien estar en Primera División como en basquet.

DA: ¿Cuál es tu visión sobre las SAD?

RC: Creo que hay que evaluar todas las posibilidades, hay que analizar todas las alternativas, estudiar y evaluar los proyectos. Hay que llamar a los socios, reunirse y ver que es lo que deciden ellos sobre lo que es mejor para el club.

DA: ¿Qué opina de la quita de promedios en la Primera Nacional y el ascenso en general?

RC: Lo veo totalmente competitivo, le va a dar un nivel importante. Va a ser un torneo muy complicado lleno de equipos de mucho nivel. El tiempo dirá si el formato es el acertado. Es necesario a su vez que se consigan buenos sponsors y bajar los gastos todo lo máximo que se pueda para que sea solvente el fútbol profesional para los clubes de ascenso.

DA: ¿Cuál es su mensaje a todos los socios del club?

RC: Lo más importante es que en las 3 listas nos hemos puesto de acuerdo en muchas cosas. El domingo debe ser una fiesta donde los socios vayan a votar en paz y con entusiasmo. Estamos seguros que, pese a los resultados, el lunes estaremos trabajando igual por el bien de la institución.