El fútbol boliviano de Primera División vive momentos de extrema tensión luego de que los capitanes de los equipos que conforman la máxima categoría de aquel país decretaran un paro por tiempo indeterminado hasta que se resuelva la situación judicial de David Paniagua, Secretario General de FABOL, el sindicato de futbolistas profesionales de Bolivia. 

Los jugadores tomaron esta postura y esta medida luego de mantener una álgida reunión virtual en la que se puso sobre la mesa la acusación que pesa sobre Paniagua por parte de la familia de Marco Ferrufino, un ex entrenador que falleció en 2021 a causa de complicaciones en su salud derivadas de un cuadro de Covid 19. Los familiares de Ferrufino denunciaron a Paniagua y a otros dirigentes de FABOL por desviar fondos que los clubes en los que había trabajado el entrenador debían abonarle tras despedirlo de su cargo. 

La defensa del fallecido exige US$ 40.000, que Fabol debía entregarle en vida, pero que según ellos nunca recibieron nada. De acuerdo a la demanda, 8.000 dólares es por los servicios prestados a San José y 32.000 a Sport Boys Warnes.

Paniagua, fue aprehendido este lunes en Santa Cruz, pero deberá declarar este martes en la Fiscalía de la ciudad de El Alto acusado por la familia del fallecido Marco Ferrufino.

“La cumbre de capitanes (de clubes profesionales) y reserva decide paralizar el inicio del torneo de manera indefinida, hasta que se den soluciones a todos los planteamientos realizados por nuestro sindicato, en representación de los futbolistas y se retire la denuncia falsa presentada en contra de nuestro secretario general, doctor David Augusto Paniagua Yepez”, afirmó Erwin ‘Chichi’ Romero, miembro de Fabol.

La determinación de los futbolistas encendió las alarmas de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), que llamó a reunión de emergencia para analizar las medidas adoptada por los futbolistas y representantes de Fabol.

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