Fluminense podrá contar con su máximo potencial para jugar el sábado próximo, en Río de Janeiro, la final de la Copa Libertadores ante Boca Juniors al entrenar con normalidad los zagueros Felipe Melo y Nino, quienes estaban lesionados.

El veterano de 40 años se recuperó de una molestia en el muslo derecho que lo obligó a abandonar el campo de juego el miércoles pasado en el primer tiempo del partido que su equipo perdió contra Goiás, por el torneo Brasileirao, consignó Globo Esporte.

El ex zaguero de Palmeiras, Juventus, Fiorentina y Galatasaray, entre otros clubes, también padece dolores en la rodilla izquierda que lo afectaron a lo largo de la temporada, pero se entrena con normalidad y estará ante Boca en el estadio Maracaná.

En tanto, Nino, de 26 años, sufrió una distensión en el ligamento cruzado posterior de su rodilla izquierda cuando estaba con la selección brasileña en la última doble fecha FIFA y no juega desde el 8 de octubre en el conjunto carioca.

La lesión suele demandar un mes de recuperación, pero el departamento médico del "Flu" logró agilizar el proceso y el zaguero volvió a los entrenamientos el pasado sábado.

Fluminense y Boca se enfrentarán el sábado próximo en la final de la Copa Libertadores de América desde las 17 en Rio de Janeiro, con el equipo brasileño buscando ganarla por primera vez mientras que Boca Juniors irá la séptima.

Si Boca logra coronarse, igualaría a Independiente como el equipo más ganador del trofeo en la historia.