Arturo Vidal, figura de Colo-Colo, criticó la decisión de las autoridades chilenas de suspender la Supercopa por los incidentes. El Gobierno se hizo eco de las declaraciones y le respondió duramente al jugador.

Vidal señaló que "era necesario terminar el partido". "Estas cosas echan a perder el fútbol, hay que analizar bien qué pasó, pero esto no puede seguir ensuciando al fútbol. No pueden ser tan graves estas cosas en nuestro país, en otros lados hay cosas peores y siguen jugando", indicó.

Estos dichos no fueron bien recibidos en el Ministerio del Deporte y fue su titular, Jaime Pizarro, quien respondió: "Coincidimos en que no queremos la violencia en la actividad deportiva, pero creo que esa visión que había de lo que era el partido no se condecía con lo que sucedía. Hay que condenar la violencia, en todo lo ocurrido, hubo fuego y daños de la infraestructura", expresó en diálogo con TVN.

"A veces el jugador está inmerso en el vértigo del partido, en la definición de una final, entonces no tiene el alcance de lo que estaba sucediendo realmente y eso lo hace algo distinto", completó.

Luego de la suspensión de la Supercopa por los incidentes, el Gobierno chileno detalló los daños que se registraron en el estadio Nacional: 300 butacas y sus soportes, 100 metros cuadrados de la nueva pista resultaron quemados y 25 metros cuadrados de las rejas perimetrales también fueron afectadas.

"Los costos de extracción, provisiones e instalación de los elementos dañados, suma $102.501.171 (IVA incluido), los que debe ser costeados por la Federación de Fútbol de Chile, organizador del evento", señaló el Gobierno en un comunicado.