El conflicto del fútbol peruano tuvo este domingo por la tarde otro triste episodio cuando el encuentro entre Cusco FC y Alianza Atlético, por la quinta jornada de la Liga 1, tuvo una demora de una hora y media. ¿El motivo? el club local no permitió el ingreso de las cámaras para la televisación del partido, en un episodio que incluyó agresiones a la delegada de Joanna Villacrés. El equipo cusqueño, que ya no se había presentado ante Sport Huancayo por la fecha 3 enfrentaba la posibilidad de perder la categoría ante un segundo WO, en un contexto donde Conmebol ya advirtió que los derechos de TV son de la Federación y la justicia avaló el contrato con la empresa 1190 Sports.

El partido entre Cusco y Alianza Atlético corrió serio riesgo de no disputarse: desde el club local no permitían el ingreso de las cámaras, ya que pedían que la FPF redacte un acta en la cual dejaban de manifiesto que se hacían cargo de la transmisión. Incluso, según pudo saber Doble Amarilla, los propios directivos se acercaron a la unidad móvil para avisar que no se podía transmitir y hasta existieron amenazas de cortar los cables de las cámaras en las posiciones 4 y 5. 

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El momento de salir a la cancha para el inicio del partido llegó y los 22 protagonistas estaban para meterse al campo de juego, pero no así los árbitros. Joanna Villacrés, delegada de la FPF les informó que para que empiece el partido en el Garcilaso de la Vega, lo único que se pide es que se "transmita el partido".

Además, según pudo saber este medio, la delegada Johana Villacrez tuvo una fuerte crisis nerviosa y se la vio llorando por las agresiones recibidas, ya que fue insultada por el capitán de Cusco FC y algunos allegados al club.

Ante la consulta de parte del Cusco FC qué hacer para jugar, Villacrés indicó: "Transmitan el partido, es lo único que se les está pidiendo. (...) No he cancelado el partido porque no he hecho el acta".

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Como ya es de público conocimiento y después de muchas idas y vueltas, el Ministerio del Interior incaico dio luz verde hace 15 días para el regreso de la Liga 1 en Perú. Los partidos se disputan a puertas cerradas, a raíz de los conflictos socio-políticos que atraviesa el país.

Siete clubes emitieron un comunicado en conjunto negándose a reiniciar la competencia argumentando perjuicios económicos por la falta de público.

Sin embargo el Artículo 105° del reglamento del torneo establece, en caso de “no presentación o abandono del partido” a un cotejo programado en la Liga del Perú “por responsabilidad propia, será declarado perderdor por walkover y será sancionado con multa económica y un marcador en contra por tres a cero”. 

La Comisión Disciplinaria puede imponer otra multa a la institución infractora. Tal es el caso de “un resarcimiento económico al club rival por gastos ocasionados” por la infracción cometida. En caso de un segundo walkover el reglamento establece un descenso y la imposibilidad de disputar torneos internacionales.

Vale recordar que en al antesala de la fecha anterior y ante un exhorto de Alianza Lima y Cienciano, la Federación Peruana de Fútbol (FPF) emitió un comunicado donde explica que la Justicia determinó que la medida cautelar que suspende los contratos de derechos de televisión no impiden que los partidos de los clubes que renovaron con GolPerú sean transmitidos con 1190 Sports y sus televisoras asociadas.

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La medida cautelar afecta solo a los clubes que finalizaron contrato con GolPerú en 2022 y lo renovaron pese a que los nuevos estatutos indicaban que la FPF era la encargada de negociar los derechos de transmisión del torneo. Estos equipos son Alianza Lima, FBC Melgar, Deportivo Binacional, Cusco FC y Cienciano.

En este contexto Conmebol advirtió a los clubes "díscolos" que los derechos de TV pertenecen a la Federación y amenazó con sanciones. “Instamos a los clubes al estricto cumplimiento de los Reglamentos establecidos por la Federación Peruana de Fútbol", cerró la Casa del fútbol sudamericano.