Tras 48 horas marcadas de incertidumbre, el Gobierno de Perú dio luz verde al regreso de la actividad deportiva a su territorio este fin de semana. Será a puertas cerradas para evitar inconvenientes debido a las protestas socio-políticas que atraviesa el país desde hace semanas. 

Tras la autorización de las autoridades gubernamentales, la Federación Peruana publicó el cronograma para disputar la fecha 3 de la Liga 1 entre viernes y lunes. La decisión fue adoptada luego que el Ministerio del Interior convalidara que la pelota rodara dejando sin efecto una decisión anterior del Comité de No Violencia. 

Ante este escenario, la Liga 1 recibió una misiva firmada por siete clubes (Alianza Lima, Deportivo Binacional, Cienciano, Cusco FC, Melgar, Sport Boys y Deportivo Municipal) negándose a participar del reinicio de la actividad ya que consideran que es perjudicial para sus finanzas la ausencia de público en sus tribunas. 

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Jugar sin público atenta contra las economías de los clubes, quienes tenemos en la venta de entradas una fuente de ingresos sumamente importantes para nuestros objetivos institucionales y planes de trabajo de corto, mediano y largo plazo, sin considerar el perjuicio que se nos generará por los gastos en que incurriremos por los futuros reclamos y devoluciones que tendremos que asumir frente a los aficionados que han adquirido sus entradas a nuestros partidos de manera anticipada”.

Este argumentación es ciertamente endeble si consideramos que los clubes que se escudan en la falta de público para no retomar sus actividades comprobaron durante la pandemia que el daño de no jugar es muchísimo mayor que el de hacerlo a puertas cerradas. Al menos así mantienen el resto de los ingresos y los potenciales reclamos de abonados son bajísimos. Al no jugar, el daño a la industria del fútbol peruano es fuertísimo. 

Aunque está más que claro que la amenaza de estas instituciones es política y está ceñida por la disputa que mantienen hace meses con la Liga Profesional y con la Federación Peruana por los derechos de televisación. Una batalla judicial que lleva casi un año y que la última medida cautelar le da la derecha a la FPF en cuanto a negociar el contrato con las emisoras de manera unificada. Hoy en día esas instituciones violan el estatuto de Federación y desoyen la aclaración de la Justicia.

Cabe destacar que desde la organización del fútbol peruano ratificó que aquel equipo que no se presente a disputar la tercera fecha del campeonato de Primera División recibirá una quita de puntos y, en caso de incurrir nuevamente en la misma práctica, podría perder la categoría y así sus chances de participar en Copas Internacionales

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La excepción a esta última regla es Alianza Lima, que fue campeón del último torneo peruano, y si perdiera la categoría igualmente podría disputar la Copa Libertadores como monarca reinante del fútbol incaico.

Ante la presentación judicial por los derechos del fútbol peruano, la Justicia en la antesala del inicio del certamen emitió una medida cautelar que aclara la situación de los clubes de cara al reinicio de las actividades.

En la misma, la Justicia aclara que todos los clubes que hayan firmado renovaciones de contrato con GolTV carecen de validez alguna y deberán regirse dentro del marco que establece la Liga de Fútbol Profesional de Perú (LFP). Es es decir que sus partidos serán televisados por los ganadores de la última licitación: el consorcio 1190 Sports.

Por su parte, para los cuatro equipos todavía con contrato vigente por uno o dos años más con la vieja poseedora de los derechos de TV se mantendrá la televisación de sus partidos como local por parte de Gol Perú.

Ante este panorama, y peses a las disputas políticas, los clubes quedaron expuestos a una durísima sanción en caso de desoír el vía libre del gobierno al reinicio del torneo.