En los segundos finales del primer alargue de la final de la Copa Libertadores ante Fluminense, los jugadores de Boca abordaron al arbitro por una supuesta mano. En medio del tumulto, Fabra le dio un cachetazo a Nino, capitán de Fluminense. El “Xeneize”, por esa irresponsabilidad del colombiano, perdió la ventaja numérica que tenía con los cariocas.

Quien puso paños fríos sobre la situación del futbolista “cafetero” fue vicepresidente del club. Juan Román Riquelme defedió a uno de los jugadores que considera de su riñón y reveló una intimidad: “En el fútbol pasan siempre cosas. De lo de Fabra puedo decir que pasaron dos días de la final y Frank pasó llorando al entrenamiento"

“Ustedes, los periodistas, a veces se enamoran de algunos jugadores. Pero Frank quiere mucho a nuestro club, hizo mucho para que lleguemos a la final. Fue un jugador fundamental de estos cuatro años nuestros en la gestión”, detalló Riquelme sin revelar quienes eran esos ”jugadores".

“Fabra es un fuera de serie. Se equivoca como se equivocan todos. Hoy vino llorando porque lo que pasó le duele” analizó el vicepresidente de Boca en conferencia de prensa en el Boca Predio. 

Además Román detalló una vivencia familiar para cuantificar la expectativa que Fabra y el grupo de futbolistas generó en el hincha:“Hablé mucho con los jugadores. La ilusión fue tan grande que estos jugadores lograron que mi mamá se suba a un avión a verlos jugar. Yo jamás había logrado que venga a verme jugar”. Y cerró: "No es fácil darle la ilusión a la gente. Este plantel logró eso".