Tras el escándalo de la suspensión del cruce entre Coquimbo Unido y Defensa y Justicia por las semifinales de la Copa Sudamericana por supuestos casos de coronavirus, el gobierno chileno debió ceder ante la Conmebol para poder recibir partidos internacionales.

A principios de enero, la delegación de Defensa arribó a Chile para afrontar el compromiso internacional. El plantel del Halcón se sometió a los testeos de coronavirus exigido por el gobierno del país trasandino, que arrojaron como resultado tres casos positivos. Finalmente, se conocieron que fueron falsos negativos.

La sede del partido fue modificada y el partido entre Coquimbo y Defensa se jugó en Paraguay. Según informó La Tercera, el presidente de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP), Pablo Milad, debió negociar modificaciones con el Ministerio de Salud para que Chile pueda recibir partidos internacionales.

Entre los cambios que se realizaron en el protocolo sanitario se encuentran: los futbolistas deberán arribar al país con un PCR negativo, con un plazo no mayor a 72 horas; no serán testeados en el ingreso del país; las delegaciones deberán llegar en chárters privados y no podrán superar las 55 personas.

En Santiago, los planteles tendrán que cumplir con una burbuja sanitaria y podrán trasladarse a los estadios, centros de entrenamientos y hoteles de concentración. Otro de los cambios que se realizaron consiste en que si un futbolista da positivo de coronavirus, se procederá al aislamiento del deportista, y no al de toda la delegación, como ocurrió con Defensa. 

Estos cambios en el protocolo ya están aprobados por el Ministerio de Salud chileno y en los próximos días será oficial. De esta manera, Chile podrá albergar partidos internacionales tanto de clubes como de selección.