En la previa al partido final de la Copa Libertadores se registraron algunos incidentes en la ciudad de Río de Janeiro: un grupos de hinchas de Boca fueron agredidos por los del Fluminense en varias estaciones del MetroRio del centro de la ciudad y, en las inmediaciones del estadio Maracaná, la Policía reprimió a los simpatizantes.

Pese a esto, los fanáticos del ‘Xeneize’ brotaron desde abajo de la tierra y coparon toda la ciudad. En el comienzo del día, en el subte, se vivió un clima "azul y oro" en la previa de la Gran Final, con muchos cánticos.

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Ya dentro de la cancha, las tribunas empezaron a colmarse de hinchas: color y calor en todos los sectores. “La Boca es alegría, La Boca es carnaval. Vamos a dar la vuelta en el Maracaná”, comenzaron a torear los bosteros.

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Además, apareció el nieto de Diego Armando Maradona, Benjamín Agüero, en la tribuna del Maracaná con una remera del ex jugador de Boca, en su pasado en el club de la ribera. En la imagen se ve a un Maradona con la franja amarilla en el costado de su pelo.

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Por otra parte, cerca del Obelisco en el centro de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se preparan con todo: el monumento histórico está listo para la “Marcha Del Orgullo” y quienes comercializan productos también tienen gorros y banderas de Boca Juniors.

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