Bauza disparó contra todos: "Tapia no tiene idea de lo futbolístico, es sindicalista"
El ex entrenador de la Selección Argentina rompió el silencio y detonó varias bombas. Criticó a Sampaoli, dijo que la decisión de echarlo la tomó Daniel Angelici y le apuntó al nuevo presidente de la AFA.
El ex entrenador de la Selección Argentina, Edgardo Bauza, rompió el silencio y detonó varias bombas. Le apuntó a Sampaoli, dijo que la decisión de echarlo la tomó Daniel Angelici y le apuntó al nuevo presidente de la AFA, Claudio Tapia, y sus capacidades para dirigir la institución. En una extensa entrevista con el suplemento Ovación del diario La Capital de Rosario: Aquí parte de la interesante entrevista
¿Cómo estás tras tu polémica salida?
Ahora bien. Ya pasó la bronca. De todo se aprende. Porque aunque lo cuenten como quieran, yo estaba afuera de la selección desde antes que estos dirigentes asumieran. Como así ya estaba mi reemplazante. Si no me sacaron antes fue porque le ganamos a Chile. Si no, me echaban antes. Pero todo tiene que ver con la cuestión política de la AFA. Los mismos voceros a los que les pedían que digan tal o cual cosa eran los que me avisaban. Pero como no son mis formas y nunca las serán, me mantuve indiferente. Y así se lo señalé a Tapia cuando hablamos de frente y sin intermediarios. Por eso le dije que se habían equivocado en querer desgastarme a través de los rumores, porque era evidente que no me conocían. Por eso le di la ocasión de que me conociera, le fui franco y sin dobleces y le dije que en vez de intentar esmerilarme se hubiesen ahorrado mucho tiempo si venían y me decían que no me querían más desde el primer día, entonces les hubiera agradecido, les habría dado la mano y me iba a mi casa.
¿Qué te dijo Tapia?
Que querían cambiar de rumbo y que lo habían estado analizando y que por eso tomó la decisión. Pero cuando comenzamos a hablar de lo futbolístico no me dijo nada porque no tienen idea de lo futbolístico. Son sindicalistas. No lo digo en forma peyorativa, pero es la verdad. Con Marcelo (Tinelli) sí hablábamos de fútbol porque entiende, conversábamos de lo que debíamos planificar para cambiar. Pero Tapia no me dio ningún argumento futbolístico. No había demasiada lógica en sus palabras. Lo que sí me dijo es que la decisión la tomó él. Cosa que tampoco es tan así.
¿La tomó Angelici?
Sí, obviamente. Y también hay un par más ahí adentro que tienen estas formas. Por eso digo que yo estaba afuera desde el momento en que agarraron y fueron tan desprolijos que dejaron marcas por todos lados, como así mi sucesor. Innecesario totalmente, porque con venir y decírmelo era suficiente. Pero no, se dijeron tantas barbaridades a través del periodismo que lo único que hicieron es devaluar aún más al fútbol argentino. Y ojo que el periodismo no inventó, porque todo lo que repetían era lo que ellos decían. Pero como yo no salí a contestar, en vez de resolverlo iban por más. Una vez que se dieron cuenta de que por ese camino no me iban a mover, tomaron coraje y vinieron y me dijeron lo que ya hacía mucho habían resuelto. Después organizaron esa conferencia que fue una payasada porque ni siquiera dejaron preguntar.
¿ Y por qué fuiste entonces?
Porque Tapia ya la había convocado y me dijo Marcelo Tinelli "vení, hacemos esto y nos vamos". Y fue literal. Nos fuimos los dos, je.
¿ Entonces no te sorprendió la salida de Tinelli de la AFA?
No, pero ojo que el problema de salud es real y eso sin dudas lo terminó de persuadir para dar un paso al costado. Y está bien, porque estaba muy solo peleando por una idea de cambiar al fútbol.
¿El maltrato que recibiste por parte de la AFA es lo que más te molestó?
No. Todo esto molestó a mi familia y amigos y también a mucha gente que en la calle se solidarizó conmigo. Esto sin dudas que molestó a todos aquellos que desean que el fútbol argentino cambie de una buena vez. Porque no es la muerte de nadie un cambio de entrenador. Alguna vez vino un presidente a decirme si podíamos terminar y lo hicimos de común acuerdo. Y en otras fui yo el que tomó la iniciativa de irse. Pero situaciones difíciles siempre se viven en el fútbol. Incluso antes de los logros. En Liga de Quito una vez me tuve que ir en un patrullero y después salimos campeones de todo. En San Lorenzo sufrimos para clasificar en la Copa y después la ganamos. Pero acá armaron todo desde lo mediático y dijeron tantas barbaridades que por suerte hace cinco días ya no me nombran, porque mi señora, que es ecuatoriana, no puede entender que se llegue a este nivel de agresión. Por eso ahora está feliz de que nos vayamos, porque sufrió mucho y no está acostumbrada. Ojalá estos directivos se corrijan y no utilicen más estas formas.
No creo porque despidieron a los empleados del área prensa que nombró Tinelli de idéntica forma.
Sí, es un método, y es una pena.
¿Qué es lo que más te dolió entonces?
La amargura fue porque dirigir en un Mundial era lo único que me faltaba como profesional. Era lo que completaba mi carrera. Y estaba convencido de que lograríamos algo importante. Yo dejé San Pablo para venir a la selección y no fue por dinero, porque allá ganaba más, fue porque todo entrenador quiere dirigir a la selección de su país. Y no pude completarlo. Pero Argentina va a clasificar, no tengan dudas.
Dijiste que tanto tu salida como la llegada del reemplazante ya estaban decididas desde mucho antes. ¿Te molesta que Sampaoli haya aceptado hablar mientras vos aún eras el entrenador de la selección?
No me molesta, me divierte. Me divierte más que lo niegue. Porque en una de las conferencias recientes lo negó diciendo que había un técnico trabajando, cuando yo sabía que hacía varios meses venía hablando con determinados dirigentes y allegados. Bueno, el Bichi Borghi contó públicamente su experiencia en Chile. No me parece lógico ni ético, pero la ética en el fútbol pierde siempre. No digo que no deba atender una llamada de un dirigente, porque a mí me pasó. No voy a dar nombres, pero un día me llama el presidente de un club para reunirse y le dije que mientras haya un entrenador en el cargo no hablaba. Cuando corté con ese dirigente lo llamé al técnico y le dije: "Che, ojo que me llamaron para reemplazarte". Por eso no está mal que Sampaoli hable, lo que no me parece bien es que no lo blanqueara. Pero bueno, cada uno se maneja como puede. Lo que sí deseo es que le vaya bien y ojalá Argentina gane el Mundial.
Pero más allá de todo esto vos cometiste errores...
Sí, por supuesto, pero no eran tantos los que marcaba parte de la prensa. Un error fue manejarme con la prensa como lo había hecho siempre. Les daba bola a todos, hablaba con todos y hablé demasiado. Y después entendí que me había equivocado. Porque me preguntaban por esquemas, características, y sobre los futbolistas en particular y yo respondía sin misterios. Y después comprendí que eso nos estaba afectando como grupo.
La intimidad es algo que los jugadores de la selección cuidan a rajatabla.
Sí, y yo siempre me manejé abiertamente. Por eso corregí este aspecto para que ellos no se sientan expuestos. Y también porque después se conjeturaba sobre mis respuestas, las que terminaban desvirtuadas.
¿Los jugadores te lo plantearon a esto?
No, no. Lo conversamos con el cuerpo técnico. El plantel de la selección difiere al de un club porque en este caso estamos hablando de jugadores de élite que debieron adoptar una forma de vida con mucho hermetismo para preservarse. Por eso cuando los directivos intentaron desgastarme a través de la prensa, varios me dijeron que no les preste atención a lo que digan, evidentemente ellos con el tiempo fueron aprendiendo a preservarse de este tipo de situaciones, por su notoriedad, sin dudas.
¿Por lo que decís la relación con los jugadores fue de menor a mayor?
En el fútbol es muy común que los jugadores vayan midiendo a un entrenador nuevo, por eso al principio todo es un proceso de conocimiento y ese proceso pasa de un trato formal a otro de mayor confianza. Con los muchachos de la selección yo estaba en un trato muy bueno, pese a que no tuvimos tiempo de trabajo, porque llegaban, jugaban y se iban. Y para corroborarlo cuando estos dirigentes me comunicaron la decisión mantuve un contacto con todos los jugadores, a algunos los llamé, otros me llamaron y con el resto nos escribimos. La relación nunca tuvo problemas. No tengo nada que reprocharles.
¿Con Messi también hubo un contacto?
Sí, por supuesto.
Pero nunca pudiste ser vos en la selección. Porque más allá de los gustos, Argentina tampoco jugó con el estilo que pregonás. Tal vez por momentos contra Colombia y algo ante Uruguay, pero después fue algo muy difuso.
Sí. Es cierto. Tan cierto como que para configurar una idea se necesita tiempo de trabajo compartido. Dijiste Colombia y ese fue el único partido en el que tuvimos tres días juntos para prepararlo. Y salió bien. De los ocho partidos, en cuatro no lo tuvimos a Messi y no es un detalle menor, si no miren de lo que fue capaz de hacer este domingo ante Real Madrid. Y tampoco tuvimos la chance de disputar partidos amistosos, como sí existieron en los procesos anteriores y como sí ahora tendrá Sampaoli. Por eso estábamos entusiasmados con la posibilidad de estos tres partidos amistosos para lograr ensamblar la idea y sus variantes. Como también para ver a otros jugadores. Porque también es cierto que estás dirigiendo a la selección argentina, en la que los jugadores vienen acostumbrados a una forma y por ende hay que ser cuidadosos con los cambios de juego, porque existe una vocación ofensiva pero también es clave estar equilibrados para defender mejor. Y esas modificaciones son graduales, para lo que se necesita tiempo de trabajo. Que para muchos es una excusa, pero no lo es.
¿Pero si son jugadores de élite no deberían tener inconvenientes en adaptarse?
No lo tienen, de hecho contra Uruguay cuando quedamos con uno menos armé dos líneas de cuatro y un punta y Messi se bancó jugar un largo rato por la derecha. Ahí comprobamos que cuando estos jugadores tienen que ponerse el overol, lo hacen sin problemas. Pero ensamblarlos a otro esquema de juego requiere de más tiempo y cuando no lo tenés las modificaciones se hacen más lentas, mucho más graduales.
¿ Este grupo podía llegar a jugar tu estilo, que es muy distinto al de Martino y también al de Sabella?
Sí, porque son jugadores que tienen tanta capacidad que se adaptan, como te dije. Como se adaptarán al de Sampaoli, que también es distinto. Nosotros el esquema que más tratamos de usar es el 4-2-3-1, porque eso me permitía que Messi juegue volcado por derecha para que disponga del espacio para crear con total libertad. No me convencía ubicarlo por el medio. Además era el formato en el que más cómodos se sentían.
Se esperaba que también hicieras cambios profundos en cuanto a las convocatorias, porque está instalado que este plantel es un grupo de amigos, pero eso tampoco sucedió.
Es mentira que es un grupo de amigos que hace y deshace, como dicen. Dijimos que habíamos conformado una lista de más de sesenta jugadores a los que les hacíamos un seguimiento y hemos convocado a algunos de ellos y así iba a suceder con otros. En lo que a mí refiere, jamás un jugador vino a hablar para que no citemos a tal o cual o para que sí lo hicierámos. En el caso de Mauro Icardi fui claro siempre y se lo dije a él, y la verdad es que le agradezco que haya tenido la gentileza de decir que él sabía que lo iba a convocar en cualquier momento. Yo sé y ellos también saben que hay una creencia de que Messi arma el equipo y elige al entrenador, pero no es cierto. Lo voy a repetir hasta el cansancio, ellos juegan el domingo con su equipo, viajan 15 horas, el martes deben descansar, entrenan una hora el miércoles con la selección para jugar el jueves. Y en el medio le tenés que pasar videos, que lógicamente los aburre, como me aburría a mí cuando los pasaban mis entrenadores. Es muy complicado trabajar en este nivel sin tiempo de preparación. Y es complicado en todo sentido. Pero en todo momento los jugadores mostraron su predisposición, porque ellos quieren jugar en la selección y desean ganar siempre. Más allá de todas las elucubraciones que hacen los periodistas, porque en el único lugar donde cuestionan a Messi es en la Argentina.
No niegues que estos jugadores son complicados Patón, no salieron a respaldar a ningún entrenador, ni a Sabella ni al Tata ni ahora tampoco a vos.
Todo tiene que ver con todo. Esa es una decisión que ellos adoptaron hace ya un tiempo porque los han usado como excusa también para tomar decisiones. En nombre de ellos han hecho cosas sin siquiera preguntarles. Y tiene que ver con todo esto, de que le atribuyen que sacan y ponen técnicos o sacan y ponen jugadores. No es así. Por eso, justamente Messi, cansado de que lo metan en estos temas, pidió que resuelvan la situación del técnico antes de que Tapia fuera a verlo, para no quedar en el medio. Como así decidieron no hablar con la prensa cuando sintieron que el agravio había sido grave. Por eso cuando vienen a jugar se sienten presionados por ese prejuicio, entonces yo sabía de antemano que no iba a haber ninguna opinión pública sobre mi continuidad. Lo hicieron en privado y para mí es suficiente.
Decís que tienen predisposición, sin embargo una crítica recurrente es la falta de actitud o carácter del seleccionado.
Tal vez la idea de un líder estereotipado que grite o pelee, como lo fue Maradona, es la necesidad que tienen los contemporáneos al Mundial México 86, o contar con un Ruggeri o tipos muy temperamentales. Pero los futbolistas de hoy son parte de generaciones distintas y por ende los liderazgos son distintos también, los ejercen de otra forma algunos, si no recorran y se encontrarán con un Neymar diferente a otros referentes que supo tener Brasil, como así Colombia y otras selecciones. Pero eso no implica falta de actitud.
Los que manejan grupos muchas veces convocan a determinada persona porque es más importante para la convivencia que para el trabajo que deben exponer. ¿Es el caso de Lavezzi?
No es tan así. Es cierto que era un jugador importante para el grupo. Muy positivo, tanto dentro de la cancha como afuera. Y eso gravita mucho. Futbolísticamente es un jugador al que no le pesa la responsabilidad y cuando está en plenitud física en los últimos veinte metros es importante, ya que puede sacar un centro de gol, un penal o convertir porque tiene cualidades para ello. Pero muchas veces se escucha que deben ser citados uno u otro o dicen para qué lo cita si después no lo pone. Y la realidad es que no es fácil jugar con la camiseta de la selección argentina. Hasta los consagrados tienen dificultades para hacerlo. Por eso hay jugadores que hemos convocado para que vayan familiarizándose y adaptándose. Como sucedió con los casos de Alario o Dybala, que para mí son dos valores del gran futuro de la selección por la capacidad que tienen. Es muy importante que jueguen y compartan con Messi y que ellos también se sientan importantes. O acaso no se percibe la evolución de ellos.
Hablaste del error como DT de la selección de manejarte con la prensa de la misma manera que en un club. ¿Tenés una mirada más crítica ahora hacia el periodismo?
No, la misma. Los conozco y sé diferenciar. Sí creo que el formato de programas donde gritan, discuten, critican con dureza, sin sustento y piensan que son los protagonistas del fútbol lamentablemente perjudica al tratamiento serio que debe haber para elevar el nivel de discusión, porque esta forma les quitó espacio a los programas en los que se hablaba de fútbol, en los que el análisis y la información son vitales para aprender. Y es triste, porque veo que algunos son voceros porque van atrás de una idea política o económica. Y esto tampoco le hace bien al fútbol. Algunos decían que por dignidad me tenía que ir, cuando en realidad es todo lo contrario, porque por dignidad y respeto a mis convicciones debía quedarme hasta que me echaran, como lo habían decidido hacía tiempo.. Y como los conozco a lo que decían eso, sé que lo hacían desde un lugar donde no había dignidad.
La pregunta se impone entonces: ¿con qué necesidad pasaste por todo esto?
Desde lo profesional era una instancia que me faltaba, la de dirigir a la selección. Porque insisto, yo vine acá a dirigir por la mitad de lo que ganaba en San Pablo, así que lo económico no es el motivo. Llega un momento que los desafíos profesionales superan cualquier cosa. Y para mí es un orgullo haber estado aunque no haya podido terminar.
Frustrado el sueño de dirigir en un Mundial, ¿cómo sigue tu carrera?
Le hice una promesa a mi familia y es que dejaré de dirigir dentro de tres años. La gente de Liga de Quito siempre me espera para darme la llave del club para que haga lo que quiera. Tengo varias propuestas de trabajo concretas, algunas de clubes muy importantes y otras dos de selecciones. Yo soy feliz dirigiendo. Es una pasión.
¿En esos tres años más de director técnico está Central o quedó lejos?
Central siempre está porque soy canalla de por vida, pero es verdad que con esta dirigencia que está la posibilidad quedó lejos porque el propio presidente dijo que nunca me tuvo confianza y como yo tampoco le tengo confianza es muy difícil. No obstante siempre querré que a Central le vaya bárbaro, esté quien esté, porque yo sí soy hincha de Central.