Leonardo Barujel es uno de los cuatro candidatos a presidente de River de cara a las elecciones del próximo domingo. Es abogado, tiene 54 años y ostenta en su curríuculum haberle dedicado la mitad de su vida a la política del club. Participó de las gestiones Dávicce y Aguilar y lleva como candidato a vicepresidente a Carlos Ávila, creador de Torneos y Competencias

Actualmente es CEO en Premier Legal & Real Estate Consultant y Barujel Publicidad, y socio en Barujel & Pisauri Abogados. Apunta a conseguir los cinco vocales por la minoría “porque los comicios ya están definidos por el consenso que tiene D’Onofrio”. Su objetivo es transformar el rol del espacio opositor en un proyecto a largo plazo. El ajuste sobre el socio, qué hacer con el Monumental, la función de Francescoli, refuerzos, inferiores, el pasivo, los derechos de tv y mucho más en esta charla exclusiva con "Doble Amarilla".

Periodista: ¿Qué es lo que diferencia a River de Todos, su espacio, del resto de las alternativas al oficialismo?
Leonrdo Barujel: Nosotros tomamos a esta elección como un primer escalón hacia 2021. Buscamos ganar la minoría para cumplir con el rol que realmente debe tener, que no es precisamente oponerse a todo como pasa ahora (con el casellismo), sino construir una alternativa que aporte ideas y controle. Sería algo nuevo en River, porque acá el que gana administra y el que pierde se disgrega. 

P: Entonces le reconoce méritos a la gestión D’Onofrio...
LB: ¡Claro! Esta gestión tuvo dos grandes virtudes: una es la parte futbolística y la otra es fomentar una situación de paz institucional que no había en gobiernos anteriores, ya sea por temas de seguridad, de política interna, de barras. Y es algo que alguien de la oposición alteró esta semana con esto de los supuestos carnets truchos, lo cual me parece una maniobra deleznable que marca que no conocen cómo funciona un padrón

P: Una de las grandes quejas del socio pasa por “Tu lugar en el Monumental” ¿Cuál es su diagnóstico y cuáles son sus alternativas?
LB: Los dueños de River son los socios. Los socios, ni siquiera los hinchas. Está en el estatuto lo que hay que brindarle: competir y ganar, que es donde estuvieron los aciertos; ir a ver al equipo y, además, practicar las actividades deportivas, culturales y sociales de una manera razonable. En los dos últimos puntos hay mucho trecho por recorrer. Hay falencias y hay que corregirlas. Hay alternativas como el naming del estadio…

P: ¿Lo ve al socio aceptando que al Monumental lo acompañe el nombre de una empresa?
LB: No es fácil de digerir, pero si vos les explicás que con ese ingreso les vas a poder devolver los lugares sin cargo, lo van a comprender. Los que tenemos algunos años ya pasamos por estas cosas con la camiseta, por ejemplo. Tenemos que apostar fuertemente a este tipo de alternativas porque hoy River tiene socios socios de segunda y eso no puede ser de ninguna manera. Y no puede ser que que estén en un plano de igualdad con Somos River. Y no puede ser que haya entradas a la venta y el socio no pueda ir a la cancha. No puede ser.

P: ¿Esta gestión no busca alternativas?
LB: No tengo constancia. Tampoco se publica la información. La de los Balances en la web es otra de las promesas incumplidas de D’Onofrio. El Balance no tiene apertura. La política de recursos de River tiene que ser mirada globalmente. Les quitaron los lugares sin cargo a los socios, arancelaron todas las actividades y subieron la cuota. El socio fue la variable de ajuste. Toda la carga recayó en ellos. Nosotros vamos por la minoría para controlar y proponer alternativas para que al socio no le pase eso.

P: ¿Construir un estadio nuevo o agrandar la capacidad del actual, cuál es la mejor opción?
LB: El presidente deslizó la idea de la mudanza. Yo creo que es algo impensado. Hasta ridículo, te diría. El Monumental está en el mejor lugar geográfico posible. Irse a 500 metros es como mudar el Coliseo Romano cinco cuadras. Hoy estás sobre tres avenidas y eso es fundamental para un estadio. Además, hay un vínculo afectivo: acá viste a muchos River campeones, hasta a la selección campeona del mundo. No podés ver todo desde la economía, menos en una asociación civil.

P: Entonces, ¿cuál es la solución?
LB: Remodelarlo. Eso se puede hacer. Ampliarlo como parte de una reforma integral que incluya al anillo. Bajar el césped y agregar una bandeja que posibilitaría mejorar la capacidad entre 16 mil y 20 mil espectadores. Nosotros ya lo consultamos con especialistas. Lo que no se puede hacer es techarlo y por dos cosas: porque no se justifica el gasto y porque la estructura no soportaría el peso. 

P: ¿Cuánto tiempo demandaría y cuán urgente es?
LB: Las obras son un tema pendiente de esta gestión. No ha habido obras en River e incluso gestiones muy criticadas han hecho obras. La del estadio es una que tiene que ser encarada de inmediato. La presencia de nuestro espacio va a aportar porque tenemos experiencia. Remodelar el estadio demandaría al menos dos años y hay que evitarle molestias al socio. Toda obra tiene inconvenientes, pero después vamos a disfrutar por mucho tiempo de un estadio mucho mejor, para un mínimo de 80 mil personas sentadas, donde el espectador va a estar más cómodo, más seguro y va a acceder más fácilmente. Es prioritario e inmediato. 

P: ¿Qué evaluación hace de la gestión de Francescoli como mánager?
LB: La gestión de Enzo es buena. Lo que hicieron al publicar lo que gana fue una canallada que atenta contra la paz institucional de River. Una canallada de política interna. Francescoli fue quien trajo a Gallardo. Además, todo funcionó bien porque él cumplió su rol: nunca quiso ser técnico, nunca tuvo una situación de conflicto con Marcelo. Cuando un mánager fracasa es generalmente porque quiere ocupar el lugar del entrenador.

P: ¿No le parece desacertado haber gastado más de 20 millones de dólares en jugadores que llegaron lesionados y se sabía, caso Lollo o Larrondo, y que en otros que nunca rindieron e incluso se fueron como Mina, Viudez, Domingo o Arzura?
LB: El criterio para incorporar fue correcto porque River dejó de ir al voleo y fue a buscar jugadores puntuales. Juzgar con el diario del lunes es muy fácil. A Bertolo lo buscaban todos. En River no funcionó. La camiseta pesa. Lo de los lesionados sí es un error. No deben contratarse jugadores lesionados. Yo no hubiera aprobado lo de Lollo, por ejemplo.

P: ¿Cambiaria al cuerpo médico?
LB: No, eso no, pero creo que hubo otro error importante y fue el de la cantidad de jugadores que se fueron libres. Yo estoy seguro de que no fue un hecho de mala fe, sino que se les pasó. Se dejaron estar y la minoría lo tendría que haber advertido. Y mi espacio tiene experiencia.  Yo quiero estar ahí para advertir, para sumar y para que esas cosas no sucedan. 

P: Gallardo habla de un vacío de al menos tres años en inferiores…
LB: Estuve cuatro años en fútbol amateur. Y lo que puedo asegurar es que cambió sustancialmente. Hay que tener otro enfoque en la selección de los jugadores. El sistema de ver 30 mil chicos al año no funciona más. No tenés manera de evaluar seriamente. Eso de verlos de taquito ya fue. 

P: ¿Cuál es su plan?
LB: Hay que ir a buscarlos, no esperarlos. Y River tiene que volver a ser la primera opción en muchos lugares, cosa que perdió (Estrella de Maldonado, Renato Cesarini). Antes, de cuatro números 10, el mejor venía a River y el resto esperaba. Y eso hay que recuperarlo y ampliarlo. Hoy un chico de 10 años tiene representante. Antes el jugador que se incorporaba venía con un bagaje, conocimiento, experiencia que se la daba el potrero. El potrero no existe más. Hoy se lo tenés que enseñar y se lo tenés que dar.

P: Entonces cambiaria a la gente que maneja las inferiores…
LB: Por los menos, de arranque, un cambio de trabajo. De esta manera estamos retrocediendo. Tenés que ser agresivo. Tenés que ir a buscarlos. No importa que tengas que comprarlos, siempre respetando al otro club, claro.

P: Se hace cada vez más difícil retener a las figuras ¿Qué hubiera hecho en el caso Alario?
LB: Cuando estábamos con Dávicce había otras herramientas como la prórroga de dos años por el 20%. No existía la cláusula de rescisión. Hoy tenés otras alternativas, pero tenés que estar atento, no dejarte estar. River no tiene que darle nada de lo de Alario a Colón ni a San Lorenzo de Tostado. Hay un fundamento jurídico: cuando River incorpora les reconoce un porcentaje de futura transferencia a Colón y a San Lorenzo de Tostado, pero acá no hubo ninguna transferencia. 

P: Por lo tanto, tampoco le correspondería el 15% al jugador…
LB: Acá hubo un pago indemnizatorio por el incumplimiento de un contrato. La naturaleza jurídica de ese dinero no es una transferencia. Tampoco le correspondería el 15% a Alario. Yo no lo estoy vendiendo. A mí me lo sacaron. Me están compensando un daño.  Esto es lo que tiene que hacer la minoría. Esto es ser constructivo y es nuestra diferencia con el resto de los espacios. No es “voy a echar a Francescoli y traer a Trezeguet” (NdR: candidato a mánager del espacio que lidera Antonio Caselli).

P: ¿Qué reflexión hace sobre la gestión en marketing?
LB: Hay mucho campo para avanzar. No fue algo desarrollado. Le falto garra, ímpetu. River es una marca mundial. Tiene un proyecto educativo fabuloso, único en el mundo, que va desde jardín de infantes hasta la universidad. Di una charla en Madrid y estaba Valdano, que es un personaje respetado, único, seductor. Terminamos de hablar y no le preguntaban nada. Todas las preguntas eran sobre el proyecto River. En nuestro espacio está el Doctor Delich, ex ministro de educación de la Nación, que hace poco me contaba que lo llaman gobernadores para tener ya el tema de la Universidad River Plate con el tema de los cursos a distancia. El déficit en marketing no solo ha sido internacional, también ha sido nacional, pero nuestra idea es poner un ladrillo encima del que está bien puesto, no tirar la pared abajo. 

P: River cerró un Balance con casi $ 1.200 millones de pasivo…
LB: Es cierto. Otro déficit. No hay que mentir: esos 1.200 son los 400 de cuando asumieron, pero no lo han bajado y además se beneficiaron por revaluar el Monumental. River debe bajar su pasivo ya. 

P: ¿Qué opinión tiene acerca de que River no integre el Comité Ejecutivo de la AFA?
LB: Es un error: no le hace bien a River ni al fútbol argentino. River jugó un partido que perdió. No hago una crítica porque habrán evaluado que era el mejor camino. Lo que me parece mal es sostener una posición irreductible cuando podés cambiar, porque a River luego se le ofreció estar en el Comité. A la AFA no le sirve que el club más grande de la Argentina esté afuera. River ahí debió renegociar y aceptar porque te defendés mejor.

P: ¿Esta de acuerdo con lo que cobra River por derechos de TV?
LB: River recibe menos de lo que merece. River y Boca son los grandes generadores y hemos perdido lo que nos corresponde. River y Boca, antes de Fútbol Para Todos, cobraban el 13 o 14% de la torta. Recuerdo que antes de Fútbol Para Todos se arregló por 49 millones por 7 años. En ese mismo momento, y también por 7 años, Real Madrid firmó por € 1.300 millones…. 

P: Muchos socios de River remarcan la caída de la imagen del club en lo polideportivo y citan la ausencia en la Liga Nacional de Básquet…
LB: Fui vicepresidente de la Liga Nacional. River es uno de los fundadores. Es un error que no esté compitiendo. Y ahí tengo una diferencia ideológica con el oficialismo. La visión no tiene que ser solo economicista. No es solo lo que genera utilidad. Hay servicios y al socio hay que darle servicios. 

P: ¿Y el básquet es prioridad para su espacio?
LB: Totalmente. River debe ocupar lugares como el de la Liga. En el libro La Máquina leí una frase de D’Onofrio que me llamó poderosamente la atención y me hizo reflexionar mucho. El presidente dice: “Definir qué tipo de negocio vamos a hacer es definir qué club vamos a tener”. Y, para mí, ¡es todo lo contrario! Me quedé sorprendido. Es justamente lo inverso. La visión está dada vuelta ¡Tengo que definir qué club quiero y hacer los negocios que sean necesarios o posibles para llegar a ese club!

P: ¿Qué reflexión hace sobre la postergación de los comicios en River? ¿Cuánto daño le ha hecho al club? 
LB: La situación planteada con la suspensión de las elecciones de River es lamentable y atenta contra la paz institucional del Club. La medida fue innecesaria y a todas luces arbitraria. Ni la existencia de una denuncia anónima con documentos apócrifos ni los errores en la confección del padrón indicaban posibilidad alguna de fraude electoral,  máxime con la presencia de fiscales de todas las listas e inspectores de la IGJ.
Las correcciones realizadas por el cruce de los padrones con la base del Renaper son bienvenidas para su aprolijamiento  pero no cambian sustancialmente la situación a la fecha original del comicio. Quienes realizaron la denuncia o los que se aprovechan de ella pusieron por delante del interés de River a sus intereses electorales, con un llamativa torpeza política. 

P: Por último, ¿tiene miedo de que el domingo pueda ocurrir otra irregularidad?
LB: Absolutamente no.