En la PlayStation no hay mucha vuelta: uno simplemente mueve la flecha del joystick hasta dar con el escenario deseado. Así, gracias a la magia de los videojuegos, un Lanús-Banfield se puede jugar en el Old Trafford o en el Camp Nou. Bueno, en la vida real no es tan sencillo. No es simplemente elegir y el estadio se cambia mágicamente. Mucho menos si de la Selección Argentina se trata.

Consumado el pálido 1-1 ante Venezuela, desde un sector de la dirigencia más encumbrada del fútbol argentino, se empezó a instalar la idea de que Argentina recibiría a Perú, en octubre, en la cancha de Boca, en el Interior o incluso en La Plata. Lo cierto es que,probablemente, el duelo finalmente sea en en River. 

¿Por qué probable y no seguro? Porque el presidente de AFA, Claudio "Chiqui" Tapia está convencido del cambio de sede para el partido y tomar él personalmetne la decisión. Sabe los riesgos que implican salir del Monumental y los efectos económicos. Ir a la Bombonera, lugar al que aspira Tapia, significa incumplir el contrato con Ticketek (vigente hasta fin de año, menos entradas para los sponsors y un recorte en los tickets para los jugadores). Sin embargo, a esta hora, la alternativa del estadio xeneize parece prácticamente imposible.

Sin embargo, un sector del cuerpo técnico, que no incluye al propio DT, está de acuerdo con la mudanza. Desde el seno de los jugadores, lo único que se pidió es no viajar muy lejos, debido a que a pocas horas del encuentro ante el seleccionado incaico, el equipo deberá afrontar el largo viaje rumbo a la altura de Quito, donde definirá su suerte en las eliminatorias.

Según averiguó "Doble Amarilla", desde Viamonte ya iniciaron las gestiones con la FIFA y Conmebol. Los organismos contestaron que todavía se está dentro de los plazos estipulados y la Selección Argentina podría hacer de local en River, o en cualquier otro escenario que ya lo haya sido, en esta o en otras eliminatorias. Descartado el Interior, por pedido de los propios futbolistas (eso bajó a Córdoba), complicado La Plata (por el estado de su campo de juego). En la noche del jueves, se sumaron a las alternativas el Estadio Gigante de Arroyito, ante lo cual las posibilidades son tres: Núñez, La Boca o Rosario.   

La pelota la tiene Tapia. Es que el presidente quiere cargar con el peso del cambio y eximir a jugadores y cuerpo técnico.  Hoy viernes, lo más probable es que se siga en River comentan quienes buscan alternativas y negocian los contratos. En horas, se sabrá la verdad.