Siempre es bueno recordar a los campeones del mundo, a aquellos que formaron parte de equipos que dejaron una marca, una huella en la historia de un club o en este caso, de un país. 

En este caso, Pedro Pablo Pasculli, quien formara parte del plantel que obtuvo el título con Argentina en México 1986 y con gol trascendental en el 1-0 ante Uruguay por octavos de final, habló sobre lo que representa ser uno de los pocos privilegiados profesionales en ser campeón del mundo.

Con respecto a todo lo vivido en la previa, el durante y el post Mundial, el naturalizado en Italia analizó: “No hay mejores campeonatos del mundo. Argentina siempre es lo mejor, 78,86 y 22”, y agregó: "Cada momento tiene su historia. En el 78 era un hincha más de Argentina", dijo en declaraciones a D-Selección, por DSports Radio.

Por todo lo que se vivió en ese torneo, con un Diego Maradona colosal, él fue un privilegiado absoluto ya que recordó: "En el 86 estaba en la habitación con Diego". Para ese plantel, la previa fue bastante traumática, con críticas para todos y la posibilidad concreta que Carlos Bilardo deje el puesto de DT: “Tuvimos muchas dificultades antes de ese mundial. Lo querían sacar a Bilardo y el '10' dijo que si Carlos no iba, él tampoco iba. Ahí se cagaron todos y lo dejaron a Carlos”, y rememoró: "La prensa nos criticaba mucho. A Carlos no le importaba nada, quería que vieramos césped, que estuviéramos concentrados en el mundial, por eso hicimos todas las giras previas".

Para definir a aquel plantel de 22 héroes eternos, fue sencillo y elocuente: "Más que un equipo, eramos una familia".

Al recordar su momento más glorioso, aquel partido con Uruguay donde con su gol el equipo se metió en cuartos, expresó: "Ganamos un partido muy chivo y ahí se nos pasó por la cabeza que podíamos ganar el mundial. Y no es algo que digo porque yo haya metido el gol en ese partido". Sin olvidarse de sus compañeros ni de todos los que lo acompañaron, agradeció por haber alcanzado la gloria, tanto tiempo después: "Me siento muy reconocido y estoy orgulloso de lo que hice y de haber jugado con el mejor jugador del mundo".

Por último, contestó qué significa ser de selección y no deja margen a las dudas: "Es lo máximo que puede querer un jugador de fúbol. Es un orgullo vestir esta camiseta".