Hace algunos días, el Atlético de Madrid dirigido por el 'Cholo' Simeone, quedó eliminado de la Liga de Campeones, al empatar como local con Manchester City sin abrir el marcador en el partido de vuelta de los cuartos de final. A la misma hora, pero en el mítico estadio de Anfield, Liverpool mostró su estirpe copera y tradición: empató 3-3 con Benfica y aprovechó el 3-1 de la ida para sacar pasaje a semifinales.

Con este resultado, Rodrigo de Paul y Ángel Correa, al igual que Nicolás Otamendi con Benfica, se despidieron del máximo torneo europeo y son sólo tres los argentinos que permanecen con vida en el certamen: Giovani Lo Celso, Gerónimo Rulli y Juan Foyth. No obstante, estos últimos dos no tienen un boleto asegurado en Qatar 2022 y sumaron un puñado de minutos en la era Lionel Scaloni, mientras que el rosarino se perfila como titular en el mediocampo. 

Los favoritos para llegar a instancias finales, como Leo Messi, Ángel Di María y Leandro Paredes quedaron sin esperanzas en octavos de final con un PSG apático. El mismo caso que Lautaro Martínez con el Inter; Nico Tagliafico con Ajax, Paulo Dybala con Juventus y Marcos Acuña con el Sevilla. Todos ellos, eliminados en fases anteriores.

Ante esto, se abre un interrogante que no será sencillo responder... En la balanza, ¿resta porque no estarán en la máxima competencia europea o suma, visto que llegan con más descanso? 

Lo cierto es que el míster argentino tendrá una difícil tarea por delante: a pesar del 'descanso' de la mayoría de sus muchachos, deberá generar una gran motivación en ellos de cara al Mundial, considerando que los jugadores se nutren de objetivos y, al no tener una Champions en el horizonte, será difícil mantenerse anímicamente competitivos en la elite del fútbol profesional. 

Está claro que ésta era una de las posibilidades que se podía dar durante el 2022. Y el seleccionador lo sabía. Incluso, puertas para adentro, ya se charló el tema en cuestión. Pero deberá llevarse a la práctica, porque con la teoría no alcanza. Y Scaloni es un gran motivador. Insisto, no será una tarea fácil, pero tampoco imposible para un joven DT que, con poco currículum, logró una Copa América tras decenas de años, sacó a relucir la mejor versión de Messi durante su estadía con Argentina, logró una inusual mancomunión en sus dirigidos fuera de la cancha y clasificó, sin ningún problema, a la Copa del Mundo. 

"Si bien todavía faltan algunos meses y parece que el Mundial está un poco lejos, cuando te quieres dar cuenta ya está ahí. Pero tenemos muchas cosas importantes antes: la Liga de Campeones, volver a conseguir la Liga, la Copa del Rey. Vamos poquito a poquito. Pero sí, la verdad es que todos pensamos ya en el Mundial", dijo Messi en 2014, a pocos meses de Brasil, donde el conjunto de Sabella ostentaba el mote de candidato y terminó subcampeón, detrás de la 'temible' Alemania. Las estadísticas marcan que el capitán argentino llegó a los Mundiales del 2010, 2014 y 2018 con un mejor presente en su club (Barcelona) y una cantidad descomunal de partidos disputados en el 'lomo'. Sólo Qatar será la excepción, con apenas una Ligue 1 para conquistar y más descanso para soñar. Y, a pesar del gran momento que atraviesa la Selección, hay quienes todavía se aferran de estadísticas. Y esta es una de las que invita a ilusionarse con el rendimiento del 10 en la Copa del Mundo. Y, ¿por qué no del resto? 

Mientras tanto, el entrenador sigue de cerca a sus dirigidos en territorio europeo aunque este domingo se tomó un descanso para ver a su querido Deportivo La Coruña, que ganó 3-0 en el mítico Riazor.

El DT del seleccionado argentino se tomó varias fotos con los aficionados del conjunto local donde dejó una marca imborrable.

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