(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) Un día como hoy, hace 30 años, se jugaba un clásico que quedó en la historia. Argentina y Brasil protagonizaban un clásico en octavos de final. El Stadio delle Alpi de Turín fue el escenario en donde se registró un partido que sigue siendo recordado con alegría y emoción por los argentinos.

La Selección de Bilardo derrotó por 1-0 a su par brasileño. Claudio Paul Caniggia firmó un golazo con una asistencia de Diego Maradona que significó más que el pasaje a cuartos de final: ese tanto dio cuenta del sacrificio que venía detrás.

¿Por qué? Los seleccionados sudamericanos venían con realidades muy distintas. Por un lado, Brasil llegó como puntero del grupo C, con puntaje perfecto debido a las victorias ante Suecia, Costa Rica y Escocia. Por el lado de la Albiceleste, pasó a octavos como uno de los mejores terceros, con tres puntos, producto de la derrota ante Camerún en el debut, victoria ante Unión Soviética y el empate ante Rumania.

El estadio de Torino fue el escenario en donde Brasil mostró una amplia superioridad. El dominio de la Canarinha incluyó tiros en los palos, tapadas de Goycochea y pelotas que pasaron rozando los palos. Sin embargo, la suerte no acompañó al elenco carioca. 

La genialidad llegó del lado Albiceleste: casi al final del encuentro, los argentinos tomaron aire y, en los pies de Maradona se gestó una jugada recordada que fue coronada con el gol. El 'Diez' tomó la pelota en el medio del campo de juego y empezó a eludir a varios jugadores, hasta que vió al 'Pájaro', quien se encargó de dar el toque final que hizo enloquecer a jugadores y a hinchas.


EL TOBILLO DE DIEGO:

Maradona arrastraba un fuerte golpe desde el partido ante Rumania y debió jugar todos los encuentros infiltrado. La semana previa al partido ante Brasil, el 'Diez' no entrenó, no tocó la pelota. 

Pese a todos los pronósticos negativos, Diego logró infiltrarse el analgésico en la zona inflamada. El informe médico, no era muy bueno: "Traumatismo directo muy fuerte que comprometió el hueso peroné y afectó un tendón", se podía leer. Esta lesión podría dejar afuera a cualquier jugador, debido a la gravedad de la misma... Pero a Maradona no.

Y el 'Diez' estuvo. Jugó, como pudo, con ganas y a fuerza del amor a los colores y, con un tobillo del tamaño de una naranja, logró hacer su magia y, con ayuda de Caniggia, meter a la Selección en cuartos de final para que el sueño pueda continuar.

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