(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) La Selección Argentina desistió de enfrentar, el próximo sábado, a Israel en Jerusalén. El partido, con inocultables tintes políticos, nunca fue del agrado de Jorge Sampaoli y, con las duras amenazadas vertidas por el presidente del Fútbol en Palestina, la ideal inicial del "no" que tenía el DT sumó adeptos entre los jugadores. 

Claro, las amenazas que oyeron y vieron los jugadores de la Selección Argentina fueron muy crudas y directas. El presidente del fútbol de ese estado, en conflicto histórico con Israel, llamó a quemar las camisetas de la Selección y, especialmente, a repudiar a Lionel Messi, el capitán y figura mundial del deporte, que tiene muchos adeptos en el mundo árabe.

"Hoy comenzaremos una campaña contra la Asociación Argentina y apuntaremos a la persona de Messi, quién tiene más de 10 millones de fans a lo largo del mundo árabe, islámico, de ASia y de África y en el estado palestino. Para ellos es un gran símbolo. Llamamos a quemar sus camisetas y abandonarlo", aseguró el hombre, en un video que difundió la agencia Télam. El mismo concluye con manifestantes palestinos prendiendo fuego una bandera argentina. 

Según lo que pudo saber DOBLE AMARILLA, el papel que tomó la familia de los jugadores fue clave. Incluso, la misma mujer de Messi, Antonella Rocuzzo, fue quien en el día libre que tuvo Argentina, le expuso la preocupación de todos al crack. Al regreso a los entrenamientos, Messi llegó con la idea de plantear esto ante sus compañeros. Las palabras de Messi rápidamente tuvieron eco.