(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) Si bien los pronósticos políticos en River no anuncian muchas tormentas en el horizonte del oficialismo, todo proceso electoral significa un escenario ideal para rosca, reuniones, pedidos y reparto de cargos. En eso andan por el oficialismo Millonario, de cara a las votaciones de diciembre. Esta semana seeguirán las reuniones entre el presidente Rodolfo D’Onofrio y Jorge Brito de cara a lo que se viene, el armado de la lista y los objetivos que dos de los tres hombres fuertes del actual gobierno riverplatense tienen. 

El tercer hombre de alto perfil es Matías Patanián, quien como adelantara Doble Amarilla hace algunas semanas, no participará del proceso electoral y si bien mantendrá un puesto en el club, no será como dirigente, para no quedar inhabilitado para participar en los siguientes comicios, a desarrollarse en cuatro años. El estatuto de River marca que no se puede mantener en Comisión Directiva aquella persona que haya estado como miembro de CD durante tres períodos. Por eso, a Patanián le darán un cargo apartado de la dirigencia, pero con el solo objetivo de “no bloquearlo”, afirman desde el sector oficialista. 

Las reuniones entre D’Onofrio y Brito tienen un sólo eje: sellar la alianza entre ambos. Desde el entorno del banquero dicen que todavía no está confirmado que vuelva a ir como vice, pero el llamado a unidad que viene haciendo el presidente son un buen síntoma de cara a la negociacion final de esta semana. Es sabido que las disidencias entre ambos pasaan por el Management del club, algo que merece muchas críticas de parte de Brito, quien hace ya varios meses se las manifestó a D’Onofrio. 

Esta semana se empezará a definir la fórmula y el grueso de la lista, según aseguraron a Doble Amarilla desde el en entorno de ambos hombres fuerte. Hoy, todo parece indicar que Rodolfo D’Onofrio será el candidato a presidente, el cargo de la primera vicepresidencia sería para Jorge Brito, mientras que el tercer escalón en la lista sería para Guillermo Cascio, quien hoy es el secretario de la institución. Ex presidente de IBM y gerente general del Banco Ciudad es un hombre de máxima confianza de D'onofrio, pero que por cuestiones personales duda en aceptar. Otro que se perfila a candidato a vicepresidente, o en su defecto a secretario es Ignacio Villarroel, actual Vocal Titular de CD y cabeza de la Fundación River. Pese a que son los nombres que se escuchan con más fuerzas, podría haber alguna sorpresa.

Más allá del reparto de cargos y el armado de la lista, hay más cosas en juego en la reunión D’Onofrio – Brito. El vicepresidente, lo que pretende, es tener bajo su control de todas las áreas del club. Por una cuestión organizativa, River divide al club en sectores, y cada fracción tiene una gerencia a cargo, que a su vez depende de una gerencia general, por ahora ocupada por Gustavo Silikovich. Brito, ya mostró su disconformidad con el desempeño de varios gerentes y ese es el génesis de su idea: tener bajo su ala a la mayor cantidad de sectores importantes para tener el control directo sobre los gerentes. “No quiere remover a los gerentes ni poner gente de su riñón, sino que lo que quiere es aportar una nueva impronta con renovadas metodologías para aplicar en el trabajo”, afirman desde su sector más afín. 

Fuentes cercanas al ejecutivo bancario destacan que para Brito la principal falla que tiene River en estos tiempos está en el Management. El ejemplo bandera para graficar el concepto de Brito es la oficina de ticketing, que le trae constantes dolores de cabeza a la dirigencia. En cada partido clave de Copa, son reiteradas las quejas de los socios para con la dirigencia sobre las dificultades que se presentan en el sistema de venta y en las formas de entrega de las entradas. "Este es un sistema que River solucionó al principio de la gestión y que en el último año se dio claramente un paso atrás", remarca un dirigente de experiencia. 

Así está planteado el escenario en los próximos días. Una vez confirmado el trinomio saldrá a la calle la campaña electoral, que promete ser más que aburrida y conservadora como todo proselitismo que encara quien tiene las de ganar. Mientras tanto, detrás de escena, se cocina la rosca interna determinando como sería buena parte de la gestión en el segundo mandato de D’Onofrio, Brito y compañía, si el socio riverplatense decide darle su voto de confianza.