(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) Como ya anticipó Doble Amarilla, River tiene nuevo vicepresidente segundo. Hoy se hizo el nombramiento al principio de la sesión ordinaria de Comisión Directiva y Stefano Di Carlo asumió en su nuevo cargo en la institución de Núñez en reemplazo de Guillermo Cascio, quien falleció horas antes de que se disputase el último Superclásico. 

Cabe resaltar que Di Carlo milita políticamente en el Millonario desde prácticamente su adolescencia. Es uno de los hombres de máxima confianza D'Onofrio y llega a su actual posición a raíz de un acuerdo entre el presidente riverplatense y el vice, Jorge Brito. De esta forma, Di Carlo pasó a hacer el vicepresidente más joven de la historia de River con apenas 29 años. 

Di Carlo es uno de los jóvenes más seguidos de la rosca futbolera y de la política. Hoy, además de ser haber ocupado el cargo de Vocal, está a cargo del Instituto River Plate y de la Universidad. Cuentan en River que cuando fue el armado de listas en las elecciones que D’Onofrio buscaba la reelección, el mandamás de Núñez le ofreció el área que quisiera. Perfil bajo y político, Di Carlo eligió educación y prensa, dos espacios poco deseados por los dirigentes en general, pero estratégicos en cualquier proyección extra muros del Monumental. Viene de una familia netamente riverplatense. Su abuelo paterno Osvaldo fue presidente a fines de los ochenta, sucediendo a Hugo Santilli y antes de la llegada de Alfredo Davicce. 

En la política de la Ciudad Stefano es cercano a Martín Lousteau y fue séptimo candidato a Diputado en la lista de Evolución en las últimas elecciones. Licenciado en Administración, es profesor de la UBA. Fue Director de Relaciones Institucionales del CESBA (Consejo Economico y Social de la Ciudad de Buenos Aires). Además, es parte del Comité Ejecutivo de la Facultad de Ciencias Económicas, donde ejerce el cargo de secretario de Bienestar Estudiantil, Cultura y Deportes. También es un hombre clave en la proyección política de D’Onofrio, quizás no como candidato (algo que temen hasta en Casa Rosada), sino como observador de la realidad social y hombre de peso en cualquier tablero de cara a 2019.