El fútbol brasileño atraviesa semanas difíciles desde lo dirigencial. Al clima enrarecido por la Copa América, se sumó una denuncia por acoso sexual a Rogério Caboclo, presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol, por parte de una empleada. Según Globo Esporte, dirigentes le pidieron al titular del organismo que se tome una licencia.

¿Lo hará? Por ahora, no. De acuerdo a los medios brasileños, el presidente de la CBF se resiste a apartarse del cargo. Está convencido de que demostrará su inocencia internamente y en la Comisión de Ética del Fútbol Brasileño.

De tomarse un tiempo, el estatuto de la CBF prevé que el presidente elija a su sucesor. El reglamento marca que, en caso de una vacante, el vicepresidente de mayor edad debe tomar posesión y convocar a Asamblea General Electoral dentro de los 30 días para elegir al nuevo titular.

El proceso es analizado por el Comité de Ética, presidido por el ex juez Carlos Renato Ferreira. El reglamento, en caso de que avance la investigación, prevé multas y hasta penas de expulsión, entre otras sanciones.