(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) La noticia se conoció muy por arriba, sin demasiados detalles. Pero, lo cierto es que con el paso de los días empezaron a conocerse en Buenos Aires más detalles de un verdadero violento apriete que empezó a preocupar a las autoridades de Superliga. El plantel entrenó en doble turno el martes. Un dirigente le comunicó al entrenador que un grupo de 5 o 6 hinchas iban a visitar el entrenamiento con el objetivo de “dar su apoyo de cara al inminente clásico”. 

Ya en las canchas de Bella Vista, mientras entrenaban, los jugadores vieron entrar a 'la muchachada'. Ni cinco, ni diez. Doscientos. Todos integrantes de la barra, y en su amplísima mayoría segundas y terceras líneas ya que los líderes están presos. 

Según pudo saber Doble Amarilla, en su arribo al campo de juego, con claras intenciones de tener un contacto cercano con los jugadores, hubo una amenaza a algunos periodistas locales que estaban apostados esperando que termine el entrenamiento para hacer las notas con los jugadores. Días antes, se habían filtrado en algunos foros teléfonos de diversos colegas que luego recibieron incómodas llamadas.

La excursión siguió. Hubo pedidos de ganar el clásico copero ante Rosario Central y cuando el tono iba subiendo, fue Brian Sarmiento quien tomó la delantera de parte del plantel y decidió salir a dar la cara. Pidió calma. Y recibió de respuesta un "vos callate" y dos sopapos. "Luego golpearon a Bernardello. Lo tiraron al piso. Ahi fue cuando Fontanini quiso meterse y se desbandó el tema", afirma un testigo que pide lógica reserva. 

Según el relato, tuvo que interceder el Cuerpo Técnico con De Felippe a la cabeza. "Cuando se intentó frenar todo fue cuando se produjeron los robos de ropa y elementos personales de algunos jugadores", reza el mensaje que llegó desde Rosario. 

A todo esto, el entrenamiento debió levantarse. Y ahí empezó a tejerse la otra parte de la trama. El Presidente Eduardo Bermúdez decidió hacer la denuncia, aunque esto no pudo ser confirmado por este medios, y pedir las cámaras de seguridad. Por su parte, Concina fue el directivo a cargo de ir pedir las disculpas al plantel. Mientras, parte del plantel quedó enojado con el vice segundo Cristian D'Amico, a quien consideran responsable de no haber advertido que la visita era un apriete enmascarado. 

Por último, según pudo saber Doble Amarilla el tema ya llego a Agremiados, que mediante su delegación rosarina ya está tomando cartas en el asunto.