Luis Miguel ‘Pulga’ Rodríguez dejó atrás su logro con Colón y su cariño innegociable con la gente de Atlético Tucumán en busca de un sueño personal: jugar en Gimnasia, el último club que dirigió Diego Armando Maradona. A pesar de esto, el futbolista estuvo unas semanas en Tucumán. ¿Fue para negociar con la dirigencia del Decano? Sí, pero también lo hizo para retomar, a través de gestos, su vínculo con el peronismo tucumano.

Mientras el crack argentino entrena en Estancia Chica y se prepara para un nuevo desafío, donde tendrá como misión cambiarle la cara a un equipo con falta de resultados deportivos, en la gobernación de Tucumán empiezan a jugarse las cartas para definir los dirigentes que buscarán renovar la conducción peronista en la provincia. Hoy incluso Alberto Fernández visita el territorio en conmemoración por el Día de la Indpendencia ¿El problema? Todo se da en un contexto de interna y profundas diferencias entre el gobernador, Juan Manzur, y el vicegobernador y amigo personal del ‘Pulga’, Osvaldo Jaldo.

En el peronismo tucumano ya no niegan que hay una contienda feroz en el Partido Justicialista y que esto se traslada a la gestión. En off, desde le cuentan a Doble Amarilla que la ecuación es simple: mientras Manzur está de salida y quiere elegir a su sucesor en la gobernación, Jaldo busca dar el salto y tomar el control.

Ese episodio natural del poder de la política se trasladó a la gestión y los tironeos dentro del propio peronismo, que gobierna la provincia desde el 2003 con los pasos previos de Julio Miranda (1999-2003) y José Alperovich (2003-2015), este último denunciado por abuso sexual a su sobrina. Manzur está desde el 2015 en el cargo y, según cuentan desde su entorno, su anhelo siempre fue el de reformar la Constitución y lograr imponer otro mandato. Sin embargo, el gobernador no cuenta con los votos, sumado a que una parte importante del PJ no quiere arriesgarse a discutir un debate tan polémico como una reforma constitucional. El sector disidente entiende que los votos van a seguir estando para que el peronismo domine la provincia. Por ende, entienden como un “absurdo” meterse en una pelea que podría traer consecuencias y un ring abierto para la oposición.

No querer dar la discusión en la Legislatura deja en claro que Jaldo no planea un "Manzur eterno". Pero el gobernador no se rinde y le da pelea. En estos últimos días, más allá del poder de Jaldo en el recinto, Manzur le vetó cinco proyectos que promulgó con una mayoría simple que obtuvo del frente "Justicialista de Todos" y otros sectores que suelen acompañar la voluntad del "Jaldismo".

Dentro del PJ, en off, le cuentan a Doble Amarilla: "Todos calculábamos que era una pelea que se tenía que dar entre ellos. Siempre el que se va quiere poner al que sigue y el vice quiere pasar un casillero".

El Pulga no quiere la grieta, pero toma postura

En su viaje relámpago al departamento de Simoca, el territorio donde nació y se formó, el ex atacante de Colón se sacó dos fotos: una con el carnet de covid-19 tras recibir la vacuna y otra en la Legislatura tucumana junto al vicegobernador, con quien mantiene una íntima amistad personal desde hace años.

Jaldo lo recibió en su casa política y le entregó una plaqueta en reconocimiento a la obtención de la Copa de la Liga Profesional con Colón, siendo él la principal figura de los dirigidos por Eduardo Domínguez. Además, tanto en esta visita como en otras oportunidades, el atacante de 36 años se movió por la Sección Este de Tucumán (las otras dos son Capital y Oeste), donde también aparece su amada Simoca, de la que alguna vez sueña con ser intendente.

El Pulga Rodríguez está en La Plata, pero el peronismo tucumano lo espera con los brazos abiertos

Como bien se sabe, el Pulga viene de un arraigable popular devenido en el peronismo. A finales del 2018, antes de irse al Sabalero, se afilió al Partido Justicialista junto a Guillermo "Bebe" Acosta, en señal de respaldo al movimiento peronista y con un guiño para tirar paredes juntos en el futuro.

El actual intendente del departamento de Simoca, Marcelo Herrera, tiene fotos con el Luis Miguel argentino y mantiene un buen vínculo. En su última visita a Tucumán, también le entregó una plaqueta honorífica por el logro con el Sabalero. Sin embargo, el jefe comunal responde políticamente al actual gobernador. Al expirar su mandato, y también sin chances de ser reelegido, el distrito es otro espacio a poner candidatos. Por lógica, la carta más fuerte la tiene Jaldo. Pero en el Justicialismo, en off, se preguntan: ¿vale la pena jugar la figura del Pulga para una intendencia? La ecuación que hacen algunos expertos de la rosca política es que la figura del flamante jugador de Gimnasia trasciende un departamento municipal.

El Pulga Rodríguez está en La Plata, pero el peronismo tucumano lo espera con los brazos abiertos

Dentro del PJ, otra fuente le asegura a este medio que, si bien el Pulga tiene amistad con Jaldo, no tiene como intención dividir al peronismo o encasillarse en una única representación. Sin embargo, hace poco, se mostró junto al vice en un acto donde se entregaron subsidios para los clubes de la Liga Tucumana. ¿El detalle? Mientras él exhibía una remera que decía "Pulga Rodríguez", Jaldo aprovechó el momento y posó con una camiseta que decía "Jaldo Gob. 2023”.

El Pulga Rodríguez está en La Plata, pero el peronismo tucumano lo espera con los brazos abiertos

En el sector del "Manzurismo", no lo ven como una "canallada" o "avivada" del Pulga. Todo lo contrario. Los que están en política, saben que meterse con el ídolo popular tucumano es ir a una guerra con una cuchara de plástico. De hecho, esto es algo que reconocen hasta los propios dirigentes de Atlético Tucumán, heridos por la última jugada del Pulga. "Así es el muchacho", comentaba en llamas una alta fuente dirigencial del Decano que optó por el prudente silencio oficial.

Otro que aparece en la interna es nada más ni nada menos que Mario Leito, presidente del Decano. Con actual rol como diputado nacional, Leito siempre jugó en favor de la máxima autoridad tucumana de turno. Primero lo hizo con Alperovich, con quien tuvo muy buena relación; luego, buscó tener -y lo consiguió- la misma sintonía con Manzur, quien lo terminó convirtiendo en legislador por Tucumán. A día de hoy, Leito está alineado con el actual gobernador, a tal punto de que muchos sospechan de que no haya hecho mayores esfuerzos para quedarse con la joyita del mercado de pases.

El presidente de Atlético, en varias oportunidades, evitó ahondar en el tema Pulga y su pase. Siempre dijo que ellos "le hicieron una propuesta concreta" al futbolista. Sin embargo, el hermano y representante de Rodríguez, Walter, lanzó tras arreglar con Colón: “Si el Pulguita Rodríguez no arregló, es porque el presidente de Atlético, Mario Leito, no quiso”.

Incluso hasta desnudó cuál es la interna dentro del peronismo tucumano: “Atlético es una institución paralela a la política. En su momento José Alperovich aportó mucho a la institución. Mario es diputado gracias a la política, no sé a qué sector responde. Yo respondo al sector de Jaldo, próximo gobernador de Tucumán en 2023. Si han politizado la institución, allá ellos”.

En cuanto a la candidatura del Pulga, es un hecho que su intención es jugar en el 2023. El Justicialismo lo espera con los brazos abiertos y lo que deberá definir es si quiere ser el jefe comunal de Simoca o animarse a un cargo legislativo. ¿Y jugar a nivel nacional? Es otra alternativa que imaginan los más optimistas del espacio

En conclusión, esta frase que le dijo una fuente del PJ a Doble Amarilla remarca lo que significa para el peronismo que el Pulga cuelgue los botines y empiece a planchar el traje y la corbata: "Es probable que el Pulga juegue en las próximas y salga como candidato. No te digo como intendente, pero puede ser a legislador también. La especulación es que un año antes de las elecciones haya un retiro con partido despedida, quedando alto en la opinión pública".