(De la redacción de DOBLE AMARILLA) La vicepresidenta electa, Cristina Fernández de Kirchner, fue durísima ayer con el presidente de Boca Daniel Angelici a quien acusó de ser parte de la mesa judicial del macrismo que “apretó jueces y atropelló fiscales". Las declaraciones se dieron durante la indagatoria en la causa que investiga supuestas irregularidades en la obra pública en Santa Cruz y son como una especie de anticipo de una de las batallas que Cristina y la Cámpora quieren librar contra Angelici.

Nunca escuché en ninguno de de los gobiernos democráticos se formara una mesa judicial y se validara. Mesa integrada por el ministro de Justicia (Germán) Garavano, (Pablo) Crusellas secretario Legal y Técnico, por un tal (José) Torello y por Daniel Angelici, presidente de Boca”, disparó Cristina.  Y luego amplió: “No tengo nada contra Boca, soy de Gimnasia, no de River. Pero la verdad tuvo que llegar Macri para que Angelici integrara la mesa judicial de un Gobierno. Es un escándalo, una vergüenza”.

Cristina aseguró que esa mesa judicial tenía tanto poder que definía todo. “El gobierno que se va tenía una mesa que decidía hasta quién iba preso y quién no iba preso. A qué empresario había que apretar para sacarle la empresa”, señaló. 

Que Cristina ponga a Angelici en la mira no es casual y la pelea tiene varias aristas. Tiene que ver con el rol que tuvo uno de los hombres cercanos a Daniel Angelici, el fiscal Gerardo Pollicita, quien fue el que decidió procesar a la ex presidenta en la causa. Inclusive Cristina en el alegato recordó que el anterior fiscal de la causa, Eduardo Taiano, no imputó a nadie durante ocho meses y cuando quedó en manos de Pollicita tardó ocho días en pedir las indagatorias. "Se nota mucho, en serio", disparó. 

Pollicita es socio de Boca e integró la Comisión Asesora de Seguridad de Boca en 2007 junto a otro fiscal, Carlos Stornelli. Ese mismo año fue integrante de la Comisión Electoral designado por Mauricio Macri. Desde esos años cultiva una relación estrecha con Danis Angelici tanto en Boca como en el ámbito judicial. 

Según cuenta La Política On Line, Cristina está convencida que la designación de Pollicita fue obra de Angelici, quien propuso un fiscal que reimpulse la causa y que avance directamente contra ella. 

Las declaraciones son el preludio de una batalla que se viene, según confían a Doble Amarilla fuentes cercanas a la ex mandataria. Cristina y La Cámpora quieren eliminar a Angelici de cualquier espacio de poder, principalmente de la Justicia y del fútbol.

En diversas charlas tanto Cristina como Waldo De Pedro, uno de los hombres con más llegada a la Justicia dentro de la Cámpora, se encargan de remarcar que detrás de la mayoría de las causas contra funcionarios kirchneristas está la mano del presidente de Boca. Lo de ayer fue sólo un mensaje para dejar en claro que cualquier intento de acercamiento entre Angelici y Alberto Fernández va a ser bochado por Cristina y sus muchachos.

A decir verdad Angelici no sólo operó judicialmente para la mesa judicial del Gobierno de Macri, también usó su influencia para juntar voluntades o adoctrinar dentro del futbol. Lo saben bien dos de los hombres más importantes del fútbol quienes padecieron sus astucias judiciales. También lo saben los dirigentes que desfilaron en la Causa Fútbol para Todos, a muchos de ellos les ofreció ayuda y abogados de su confianza y luego quedaron todos procesados.

Otro de los campos en los que buscan debilitar a Angelici es en el fútbol. El primer paso fue, vía el camporista Juan Cabandié y Sergio Massa, operar para que Juan Román Riquelme rechace a Angelici y se meta de lleno en la elección de Boca jugando para Ameal. 

El Golpe de gracia puede venir si el oficialismo pierde las elecciones del próximo domingo. El único cargo desde el cual Angelici podría reconstruir poder es la vicepresidencia primera de AFA, que conservará por más que deje de ser presidente del club xeneize. Desde el gobierno que asumirá el próximo 10 de diciembre están obsesionados en desplazar como sea al Tano de esa silla. Habrá que ver cómo lo logran, pero seguramente contarán con la venía de la mayoría de los dirigentes de primera división que suelen hablar abiertamente de “aprietes”. Parece que la revancha del kirchnerismo se va a terminar jugando en varias canchas.