Tras el acto presidencial encabezado por Alberto Fernández, Celsa Ramírez, a cargo de la Fiscalía Especializada en Eventos Masivos de la Ciudad de Buenos Aires, investiga de oficio el cumplimiento del aforo en el estadio de Nueva Chicago.

Ante esto, dispuso su allanamiento, posterior clausura y, hace minutos, la imputación del presidente y toda la comisión directiva del club de Mataderos.

Como ocurrió en el club de Núñez y en el de Liniers, los artículos que se investigan son el 205 y 239 del Código Penal, relativos a la violación de medidas contra las pandemia y resistencia a la autoridad respectivamente. Los mismos llevaron a la imputación de Rodolfo D'Onofrio y Sergio Rapisarda, presidentes de River y Vélez, y de las comisiones directivas de ambos clubes.

¿Qué implica la imputación? Que el Ministerio Público Fiscal entiende que hay elementos suficientes para iniciar una investigación sobre los clubes y los dirigentes. Al momento, no hay definición sobre castigos. 

Según le confiaron altas fuentes judiciales a Doble Amarilla, desde el Movimiento Evita dicen que la Agencia Gubernamental de Control de la Ciudad de Buenos Aires había dado el visto bueno para realizar el acto y había Policía de la Ciudad controlando los accesos. Sin embargo, las mismas fuentes aseguran que "el evento no tenia autorización".

Por su parte, la dirigencia del "Torito" de Mataderos se despegó del acto realizado ayer a través de un comunicado que compartió en sus redes sociales en el mismo aclara: "El Movimiento Evita alquiló el estadio de nuestra institución. La organización del evento fue única y exclusiva por parte del locatario y su productora, quedando así el club exento de todo tipo de responsabilidad. Nueva Chicago se pondrá a disposición de la Justicia"

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