El fútbol siempre (o casi) se mezcla con la política. Así como las restricciones sanitarias de una ciudad fueron capaces de posponer el Brasil-Argentina, en las Eliminatorias de África, la geopolítica también metió la cola. Guinea sufrió un golpe de estado en las últimas horas y no hubo lugar para el fútbol. El duelo entre el local y Marruecos se pospuso sin fecha posible de disputa.

La primera preocupación fue de los clubes que cedieron futbolistas para la Selección de Marruecos, que se preocuparon por la integridad de los jugadores. Finalmente, todos pudieron salir sin mayores inconvenientes desde Conakry. 

Ante la situación de evidente agitación política, la CAF y la FIFA decidieron posponer el partido de clasificación entre Guinea y Marruecos, previsto para este lunes. La justificación, claro está, fue "la actual situación política y de seguridad", tras la detención del presidente del país africano por militares.

En un comunicado, la CAF, con sede en El Cairo, dijo que "para garantizar la seguridad de todos los jugadores y proteger a todos los oficiales de partido, la FIFA y la CAF han decidido posponer" el encuentro.

"La actual situación política y de seguridad en Guinea es bastante volátil y está siendo supervisada de cerca por la FIFA y la CAF", apuntó el organismo en una breve nota.

El presidente de Guinea-Conakri, Alpha Condé, fuera detenido este domingo por militares del Grupo de Fuerzas Especiales del Ejército, según informó a la nación el comandante de ese cuerpo de élite, coronel Mamady Doumbouya.