El 6 de diciembre de 2021 el presidente de la liga del fútbol mexicano, Mikel Arriola, anunció que el campeonato que encabeza contaría desde esta temporada con su primer protocolo contra la violencia de género.

"Estamos en contra de cualquier tipo de violencia o discriminación. Tenemos mucha concentración en la violencia contra las mujeres. Estamos en ejercicio con grupos especialistas porque hay que reforzar”, sostuvo en aquel momento el mandamás de la Primera División azteca. 

Pasó el tiempo y la medida que iba a ser de efecto inmediato pasó a dilatar su implementación, hasta que en mayo de 2022 aseguró: "El protocolo es un documento que estamos sensibilizando adentro de la liga, de la federación, de los clubes y de toda la industria. Una vez que eso ocurra desde luego lo podemos dar a conocer", fue la explicación. 

Actualmente el fútbol mexicano cuenta sólo con un Código de Ética, que no se actualiza desde 2017, en el que de forma general se advierte que no se tolera la violencia, sin embargo, no existe alguna alusión a cómo actuar ante la violencia de género. El “caso Dani Alves” expuso aquella promesa incumplida por Arriola, ya que los clubes no poseen protocolos de género.

"No toleramos corrupción ni violencia en nuestro deporte y nos dirigimos hacia todos y todas con respeto. Las diferencias físicas no son una barrera entre nosotros y nosotras, no denostamos a nadie por su aspecto u origen, sabemos que formamos una familia y nos respetamos entre sí como tal", se menciona en el código que deben seguir los miembros de la Federación Mexicana de Fútbol (FMF).

La elaboración de este protocolo es uno de los compromisos que están estipulados en el convenio que la FMF y el ente del gobierno de México firmaron en octubre de 2019 y que se venció el último día de 2022.

La ausencia de reglas en la liga mexicana para actuar ante casos de violencia de género es una falta a la Constitución del país, según la abogada experta en derecho deportivo Zitally Flores. "Tiene una obligación constitucional de respeto a los Derechos Humanos, de garantizar una vida libre de violencia a las mujeres porque son una autoridad dentro del deporte", afirmó la letrada.

En los últimos años, futbolistas como Dani Alves, dado de baja el pasado viernes por los Pumas UNAM por ser detenido por una acusación de presunta violación, o Renato Ibarra, separado de las Águilas del América por una denuncia de tentativa de feminicidio y aborto, han sido sancionados por sus clubes y no por la liga, que al no contar con un marco de reglas no tiene forma de actuar