El Trabzonspor se consagró anoche en Superliga turca al empatar en casa 2-2 ante el Antalyaspor y sumar un punto que hacen matemáticamente imposible que el Fenerbahce, su rival más cercano, le supere en las tres jornadas que restan por jugarse.

El título liguero logrado este sábado es el primero del club de Trabzon, una ciudad turca costera en el Mar Negro, desde la temporada 1983-1984.

El equipo local tuvo que sufrir para llevarse el título, en un tenso encuentro en que los jugadores llegaron a las manos en alguna ocasión y el público invadió el terreno antes incluso del pitido final, pensando erróneamente que el encuentro ya había acabado.

El partido fue una montaña rusa, en la que el Trabzonspor terminó la primera parte ganando por uno a cero, una ventaja que se transformó en empate nada más comenzar la segunda mitad.

Los locales se adelantaron de nuevo en el minuto 62, pero el Antalya logró el 2 a 2 a sólo 10 minutos del final, alargando la agonía del finalmente campeón ligero.

Esta es la séptima liga del club, lo que le coloca como el cuarto con más títulos de Turquía, por detrás del Fenerbahçe, Galatasaray y Besiktas.

La proclamación de campeón fue recibida con entusiasmo por las decenas de miles de personas que se congregaron para seguir el partido a través de pantallas gigantes colocadas en plazas de toda la ciudad. desde donde se lanzaron fuegos artificiales.

Desde hace días la ciudad estaba decorada con los colores azulgrana del equipo y preparada para una gran fiesta que también asusta a las autoridades por el amor a las armas de la gente de Trabzon y su costumbre de celebrar con disparos al aire.

Ante este temor, el Gobierno turco y el club iniciaron hace una semana la campaña "No disparen a la alegría" para evitar los disparos durante los festejos. En pleno festejo el ministro del Interior, Süleyman Soylu confeso simpatizante del campeón, sacó por teléfono al presidente Erdogan, quien fue abucheado por los hinchas.

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