El árbitro polaco Szymon Marciniak será el encargado de impartir justicia en la final de la Copa del Mundo entre Argentina y Francia en el Lusail Stadium el domingo. 

Marciniak, de 41 años, es árbitro de la FIFA desde 2011 y  el partido del domingo será su tercero en Qatar 2022, después de haber arbitrado la victoria de Francia por 2-1 sobre Dinamarca en la fase de grupos y el choque de octavos de final entre los finalistas Argentina y Australia, que el primero ganó 2-1.

Ser el árbitro en una final de la Copa del Mundo... es increíble, para ser honesto. Estoy muy orgulloso de mí y de mi equipo porque, por supuesto, no es solo Szymon Marciniak, es un gran equipo. Trabajamos desde siempre y somos como una familia: ganamos juntos, a veces perdemos juntos, dijo el juez en una entrevista a FIFA, refiriéndose a sus árbitros asistentes el domingo, Paweł Sokolnick y Tomasz Listkiewicz.

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Cabe destacar un dato de color, Tomasz Listkiewicz es el hijo de Michał Listkiewicz, árbitro asistente de la final de Italia 1990 entre Argentina y Alemania. 

“Pasé un momento muy difícil durante el último año y medio. Tuve taquicardia, es una enfermedad del corazón. Al principio fue muy difícil para mí y tuve que dejar de arbitrar. Me perdí la Eurocopa, que para un árbitro, que está en su mejor edad, fue una sensación terrible. Solo yo y mi equipo sabemos lo difícil que fue para mí. Ahora, la vida me devuelve y no puedo ni dejar de sonreír porque es una gran sensación” comentó el árbitro de la final con respecto a los problemas de salud que lo alejaron obligatoriamente de las canchas por un tiempo. 

La de Qatar 2022 será la segunda Copa del Mundo para el juez polaco que ya estuvo presente en Rusia 2018, también ha oficiado en la Copa Árabe de la FIFA 2021 celebrada en Qatar y dirige habitualmente partidos de la UEFA Champions League, arbitrando la temporada pasada el partido de ida de las semifinales entre el Liverpool FC y el Villarreal CF. 

Otro dato de color cuenta que el árbitro polaco,fue futbolista antes que árbitro y jugaba en el Wisla Plock de su ciudad natal, decidió probar suerte en el arbitraje tras ser expulsado en un partido e inspirado por su conversación posterior con el ‘pito’ que lo expulsó.