La Superliga Europea llegó a su fin y no tuvo ni 72 horas de desarrollo. Un proyecto tan ambicioso como egoísta de los 20 clubes más poderosos del mundo. La gran presión social y las advertencias de UEFA y FIFA de tomar estrictas sanciones obligaron a muchos clubes a dar marcha atrás. ¿Quiénes perdieron en esta puja política y económica?

Los dos grandes perdedores de esta pulseada fueron los presidentes del Real Madrid y la Juventus, Florentino Pérez y Andrea Agenlli, respectivamente. El segundo ya asumió que es imposible armar una competición paralela con pocos equipos, mientras que el primero todavía no reconoció la derrota.

Al respecto, Doble Amarilla recopiló las voces de tres periodistas importantes de Europa. Fernando Evangelio (Madrid - Cadena Cope), Iván San Antonio (Barcelona – Sport Barcelona) y Sabrina Uccello (Marca Claro) analizaron el contexto pos Superliga Europea.

“Todavía seguimos esperando un comunicado oficial por parte del Real Madrid y el Barcelona, que son los únicos clubes que están embarcados en el proyecto. Será importante lo que diga la figura de Florentino Pérez, con cierto prestigio institucional y empresarial en el país, sumado a que fue el protagonista de esta idea. Este proyecto no ha desaparecido, sino que se darán nuevas reuniones con la UEFA”, planteó Evangelio.

Por su parte, San Antonio, manifestó: “Es evidente que lo que pasó en las últimas 24 horas va a cambiar al fútbol en unos años. Va a ser algo distinto porque esto es un inicio, más allá de que ahora el más fracasado sea Florentino Pérez, que junto con Agnelli comandaron este proyecto. Por ahora sólo Barca y Real Madrid quedan presentes en esta competición que se ha deshecho. Estoy convencido, conociendo a Pérez, que esto solo ha sido el puntapié inicial. La pelea por organizar una competición va a pasar tarde o temprano”.

Uccello, al respecto, explicó los motivos de la creación de esta trunca Superliga Europea: “Es una idea que avanza hace un par de años, cuando los equipos empezaron a tener problemas económicos, principalmente por la presión del fair play financiero. Esto les generó deudas, que fueron agravadas por la pandemia del coronavirus. Entendieron que el interés y la ganancia podía generarse sobre el mercado oriental (principalmente en China), árabe y norteamericano”.