(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) El 1 de mayo de 2005, Lionel Andrés Messi marcó su primer gol en el Barcelona. El primero de los 627 que al día de hoy acumula. Y, fiel a lo que es su historia vestido de Blaugrana, fue un auténtico golazo.

El rosarino ingresó desde el banco en la fecha 34 de la Liga 2004/5, el rival era el Albacete y el equipo de Frank Rijkard peleaba por conquistar LaLiga. Con el partido 1-0, por el gol de Eto'o, el DT holandés mandó a la cancha al joven rosarino, con la 30 en la espalda, sin nada de la barba que hoy luce y con el pelo largo.

La conexión con Ronaldinho fue inmediato. El brasileño habilitó al argentino y este definió por encima del arquero. El gol fue anulado por el árbitro por fuera de juego. Lejos de desanimarse, o de quedarse enganchado en eso, Messi -y Ronaldinho- repitieron. Tras pase excelso del "10", el "30" volvió a definir por encima del arquero y esta vez, valió.

"Es una jugada que Ronnie me pone una pelota estupenda, vi un poquito adelantado al portero y lo volví a repetir", definió Messi, en vestuarios, en una de sus primeras notas con la prensa. Lo que vendría después, hace 15 años atrás, nadie lo podía imaginar.